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SANIDAD

Los ginecólogos de un hospital de Gijón se niegan a practicar el aborto a una madre que ya tiene dos hijos subnormales

La negativa de los médicos del hospital de Cabueñes, en Gijón, a practicar un aborto legal en una joven de 22 años, madre de dos hijos de corta edad que padecen una grave enfermedad congénita, ha obligado a la dirección provincial del Insalud de Asturias a iniciar consultas con todos los ginecólogos de los centros públicos de la región con el fin de realizar la operación en el plazo más breve posible. En caso de que la cláusula de conciencia alegada por los médicos gijoneses se extendiese entre los demás centros dependientes del Insalud, la interrupción del embarazo se realizaría en uno de los hospitales dependientes del Gobierno del Principado.

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La joven, cuya identidad no ha sido facilitada, no está dispuesta a dar a luz a un tercer hijo que padezca, como los dos anteriores, cuyas edades oscilan entre unos meses y dos o tres años, el síndrome de West. Ella misma se dirigió hace unos días a la dirección provincial del Insalud para explicar su situación. Allí fue recibida en la subdirección médica y remitida al hospital de Cabueñes, el que le correspondía por la Seguridad Social, donde los seis médicos que forman actualmente el equipo de ginecología -los tres restantes están de vacaciones- se negaron a practicar la operación.El síndrome de West, también llamado síndrome del saludo de Salam, por el gesto que adoptan quienes lo padecen, es un cuadro de regresión que culmina en una situación de retraso mental irreversible. Esta enfermedad, que no puede ser diagnosticada antes del parto, ya que aparece cuando el niño tiene entre seis meses y un año de edad, es de caracter autosómico recesivo, es decir, que no se hereda con seguridad aunque exista un precedente. Los especialistas calculan que las probabilidades de que se transmita son al menos de un 25%.

La interrupción del embarazo deberá realizarse antes del próximo día 15 de agosto, fecha en la que se cumple la duodécima semana de gestación, máximo que autoriza la ley.

El director provincial del Insalud, Francisco Ortega, sondeó ayer la posibilidad de que la paciente fuese asistida en, cualquier otro departamento de los cuatro restantes que tiene en la región. Las primeras impresiones son pesimistas, aunque no definitivas, y parecen indicar que ningún médico adscrito a la Seguridad Social desea practicar este aborto. Los servicios de ginecología con los que cuenta la red pública de sanidad en Asturias se encuentran en Gijón, Oviedo, Sama de Langreo, Mieres y Avilés.

No ser los primeros

Varios ginecólogos consultados por EL PAIS adujeron como una de las razones principales para no aceptar esta interrupción que no querían ser los primeros, pero no descartaron la posibilidad de que en el futuro pudiesen practicar abortos. Ninguno de ellos quiso darse a conocer. Según la circular del Ministerio de Sanidad, los médicos pueden alegar objeción de conciencia según sea el caso que se les presente.En el supuesto de que la negativa se extienda entre todos los médicos de los centros citados, la interrupción se realizaría en uno de los centros dependientes del Gobierno del Principado, presumiblemente el Hospital General o el Hospital del Naranjo. El consejero de Sanidad, Juan Luis Rodríguez Vigil, aseguró anoche que si el Insalud no encuentra personal dispuesto a realizar esta operación en uno de sus hospitales, la Consejería ayudará y pondrá a su disposición los centros con que cuenta. "Tajantemente esa operación tendrá lugar en Asturias", manifestó Rodríguez Vigil.

De los seis médicos que forman parte del hospital de Cabueñes, cuyo responsable es el doctor Ferrer Barrientos, sólo pudo ser localizado el que se encontraba ayer de guardia, que confirmó todos los extremos de la noticia y aseguró que conocía de referencias el caso de la joven, a la cual se le había practicado una cesárea hace dos meses, en el nacimiento del segundo de sus hijos.

En los últimos meses el jefe del servicio de Ginecología de Oviedo, Fernando Junceda Avello planteó un serio conflicto con el Insalud al negarse a efectuar ligaduras de trompas en pacientes de la Seguridad Social. Este hecho parece abonar las tesis pesimistas de que el aborto rechazado en Gijón pueda llevarse a cabo en Oviedo, si bien el Insalud facilitará los medios y asegurará la mayor discreción posible al médico que esté dispuesto a practicarlo, con independencia de la opinión de sus superiores jerárquicos.

Para Sanidad era "previsible"

El Ministerio de Sanidad considera este caso como un "incidente" dentro de la normalidad que "era previsible dado que la normativa existente permite a los médicos negarse a realizar abortos", según indicó ayer un portavoz a este periódico, quien añadió que "estas situaciones no constituyen ninguna sorpresa, sobre todo en centros pequeños, donde estadísticamente es más probable que se puedan producir al haber menos médicos".Sanidad aconseja, tanto a esta mujer como a cualquiera que desee abortar, que se ponga en contacto con las direcciones provinciales del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) o con los centros de planificación familiar, donde les proporcionarán información. El ministerio recuerda que cuando en un centro sanitario los médicos se nieguen a practicar un aborto, la misma dirección del centro debe informar a la mujer acerca de otros centros a los que puede acudir.

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