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La Junta de Andalucía aprueba la útima fase de la restauración de la Giralda

La Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía ha aprobado la cuarta y última fase de la restauración de la Giralda, que dirige el arquitecto Alfonso Jiménez. Esta restauración se centrará en la parte visible del alminar almohade, zona más extensa pero menos compleja que las ya restauradas. Estas obras, que cuentan con un presupuesto aproximado de 11 millones de pesetas, incluyen la instalación de un museo que recogerá todo el proceso de construcción e iconografía existente sobre la torre.

Con la tercera fase de restauración del monumento se dio por terminado todo lo que correspondía a la obra de Hernán Ruiz, iniciada en 1568, y al edificio almohade que quedó encajado en ella y que procede de 1198.La cuarta fase prevé la restauración de la parte de mayor funcionalidad del edificio, que es paso obligado, a través de 39 rampas, para alcanzar el mirador urbano del campanario, al que tiene acceso el público. Esta parte es la que posee los únicos espacios habitables del edificio, siete cámaras abovedadas, accesibles desde las 39 rampas.

La idea central de la cuarta fase es que estas cámaras contengan en su interior una exposición con la historia del edificio, para que los visitantes, al subir hacia el campanario, vayan encontrando en cada una de ellas una sala en la que se expondrán diversos objetos e imágenes relacionados con sus ocho siglos de historia. La primera de estas cámaras, a nivel del suelo, se reservará para la instalación de elementos técnicos, como suministro de agua, iluminación de las rampas y repique de campanas.

En parte de la segunda cámara se incluirá una muestra sobre la historia de la torre. En ella se colocarán tres maquetas, equivalentes a los famosos dibujos de Guichot que muestran la evolución de formas de la Giralda, además de una cuarta que explique su complejidad espacial.

La tercera cámara recogerá toda la iconografía existente sobre el edificio, y en la cuarta se encontrarán los vaciados de relieves y esculturas en piedra de la parte manierista, así como ejemplares de azulejería, restos de los ramos de azucenas y el pararrayos instalado por Fernández Casanovas, además de otros objetos históricos.

La quinta cámara será la encargada de cobijar campanas y badajos, entre los que destaca la campana de San Cristóbal, del siglo XVII, que se cayó hace años y que es imposible reponer. En la sexta cámara está instalado ya un reloj del siglo XVIII, una de las mejores piezas existentes en la actualidad, que fue desmontado y limpiado durante la segunda fase de la restauración. En la séptima y última cámara se expondrán objetos relacionados con el Giraldillo.

Mientras tanto, las obras que habrá de realizar la Consejería de Cultura de Andalucía, a través de la Dirección General de Bellas Artes, y que cuentan con un presupuesto de 11.333.497 pesetas, van destinadas a la restauración y consolidación de la epidermis interna y externa de todo el edificio, desde el campanario hasta el suelo. Estas obras incluyen la instalación en las cámaras de puertas de cristal que dejen ver los objetos expuestos en su interior, medidas de seguridad, iluminación y el tendido eléctrico general.

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