Del disco al hecho
La música grabada, lejana, como el cine, tiende a crear ilusiones, ideales de mitos que pueden distar de la realidad. Ciertos aficionados que en pequeño número buscan sonidos y, músicas diferentes de los que la audiencia media consume y encuentran discos predilectos de artistas poco conocidos pueden decepcionarse en ocasiones. Flora Purim, aquella voz tan bien acompañada de músicos como Ron Carter, Chick Corea o Hermeto Pascoal, se paseó cantando, despreocupada y desentonada, como si al tiempo realizara las tareas de su casa.El recital, emprendido por la banda sin cantante, se inició con una primera fase de rock sinfónico enredado con desarrollo a un ritmo de bossa poco animoso. Destacaron los solos de un pianista nipón, Kei Akagi, de formación técnica, pero con un swing sorprendente, propio de un negro. Salió la vocalista brasileña y no tardó en jugar a voces con dos micrófonos con los instrumentos de la orquesta, guitarra y metal, principalmente. Se escuchó Nada será como antes, la bella pieza de Milton Nascimento, y otros temas del excelente Filo o Estreito de Taruma, que parecieron versiones medianas.
Concierto de Airto and Flora Purim Band
Tony Moreno, batería y percusión; Randy Tico, bajo; David Shire, guitarra eléctrica; Kei Akagi, teclados, y Jeff Elliott, trompeta y metal.Centro Cultural del Conde Duque. Madrid, 25 de julio.
Gestos cómicos
Pudiera ser que más capacidad y conocimientos se escondiesen tras toda la pantomima que el percusionista Airto Moreira se montó. Mostró con gestos cómicos algunos instrumentos de percusión peculiares y acabó, apoyado por los asistentes, con varios ritmos calurosos en su pandereta. Se notó poco que este músico inició sus pasos, alabados en otrora, bajo la trompeta genial de Miles Davis. El percusionista, en Brasil, es una figura notable y principal. Paulinho da Costa, Nana Vasconcelos y el propio Airto gozan de prestigio en Estados Unidos, y en España, Paco de Lucía también reconoce a Rubem Dantas. Airto ha de recordar que la música no se para.Flora Purim dedicó Ojos de corazón, el tema más convincente en sonido e instrumentación, a los músicos invidentes Ray Charles, Stevie Wonder y José Feliciano. Sólo entonces se pareció a sus discos.
Babelia
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.