GabrieI Jackson y Nicaragua

Quiero felicitar a la dirección de EL PAIS por haber publicado los tres artículos del profesor Gabriel Jackson sobre Nicaragua. Me parecen ser un estudio completo y equilibrado de la situación en este país asolado por la guerra civil y el odio de su gran vecino al Norte.El presidente Reagan ha declarado hace unos días en EL PAIS que no iba a permitir el marxismo en América Central. Reagan, probablemente, posee la fuerza para llevar a cabo esta ambición. Pero la extirpación del marxismo no es el problema de Reagan. Su problema es establecer el capitalismo nicaragüense en Nicaragua; esto es, un capitalismo para y por los nicaragüenses. En realidad, esto nunca ha existido. Jackson escribió en el segundo de sus artículos: "El Gobierno (sandinista) nacionalizó los bancos y restringió mucho la repatriación de beneficios por parte de las compañías extranjeras que operaban en Nicaragua". La mayor parte de estas compañías fue de nacionalidad estadounidense.El capitalismo funciona más o menos bien en Estados Unidos porque tiene enormes recursos de capitales, muchos de los cuales fueron producidos en otros países. El capitalismo no puede funcionar en Nicaragua por la razón muy simple de que una gran parte de los capitales producidos en Nicaragua toma inmediatamente el camino hacía los bancos en Miami o Nueva York. Moralmente, Reagan no tiene el derecho de imponer el gobierno de su preferencia en otro país soberano (Nicaragua), pero sobre todo no tiene el derecho de

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imponer una forma de economía (capitalismo) en Nicaragua y a la vez negar a Nicaragua los capitales para hacer funcionar esta economía capitalista. La triste verdad es que la prosperidad en EE UU tiene por contraparte la miseria al sur de Río Grande hasta la Tierra del Fuego, y si Washington continúa esta política (lo que es muy probable, en vista del déficit presupuestario y del déficit de comercio exterior), el ejemplo de Nicaragua podrá ser seguido por otros países de América Latina, a pesar de las amenazas y de las fuerzas a disposición del presidente Reagan.- St. Benoit du Sault (Indre, Francia).