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Entrevista:

"No se renegociará la adhesión de España a la CEE en el terreno agrícola"

Andrés Ortega

"No tengo la impresión" de que se renegociarán las condiciones de adhesión de España a la Comunidad Económica Europea (CEE) en el terreno agrícola, asegura en esta entrevista concedida a EL PAIS en Luxemburgo Frans H. J. J. Andriessen, vicepresidente de la Comisión Europea y encargado de la agricultura y de la pesca, desde el pasado 6 de enero, en este órgano ejecutivo y burocrático de la Comunidad Económica Europea, donde se sienta desde 1981, habiéndose ocupado entonces de la política de competencias.

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Pero Andriessen, holandés, de 56 años de edad, católico democristiano, cree que pueden surgir dificultades en la aplicación de los complicados términos de las condiciones de adhesión.Andriessen, ministro de Finanzas de su país (entre 1977 y 1979), presentó en Luxemburgo el pasado miércoles el Libro Verde de la Comisión Europea sobre las perspectivas para la reforma de la política agrícola común (PAC), en donde se propugna fundamentalmente un régimen restrictivo de precios (en vez de cuotas de producción) para limitar los excedentes. Con vistas al futuro, estima que el sector de los aceites y materias grasas será uno de los mayores problemas que tras la adhesión ibérica tendrá que afrontar la CEE y donde surgirán problemas frente a Estados Unidos.

Pregunta. El sistema de integración de la agricultura española a la CEE que ha quedado plasmado en las actas de adhesión parece muy complicado. ¿Podrá gestionarse o será demasiado complejo y no se aplicará del todo?

Respuesta. El sistema que negociamos refleja la situación complicada que tenemos que afrontar. Hay una situación complicada en lo referente a los productos continentales, con un fuerte grado de protección en España y problemas de precios. Tenemos problemas con las frutas y hortalizas, con los aceites. Y hemos tratado de encontrar medios para un proceso de integración tan armónico como sea posible. Podremos gestionarlo. Pero requerirá una gestión cuidadosa. Debemos tratar de no complicarlo más, pues es complicado de por sí. Pero era inevitable hacerlo así.

[Andriessen estima que es posible acabar el ingente trabajo que queda para finalizar las negociaciones de adhesión, en sus aspectos técnicos, para el 1 de enero de 1986 (aunque para la agricultura se dispone de un plazo superior, hasta el 1 de marzo).]

P. ¿Qué sectores de la agricultura española serán más problemáticos en el futuro para España y para la CEE?

R. Un problema muy difícil va a ser el sector de los aceites y las materias grasas. Hay un enfoque muy moderado del aumento de los diferentes precios durante los primeros años tras la adhesión. Un enfoque más sustancial vendrá como consecuencia del cambio de nuestro régimen de aceites y materias grasas en la Comunidad. Será una operación muy difícil.

No digo que los españoles causarán grandes problemas con este tema, sino que es un sector que provocará grandes dificultades para la Comunidad de los doce.

Propuesta de tasas

P. ¿Y ha quedado olvidada la propuesta de una tasa sobre las materias grasas para subvencionar el aceite de oliva?

R. No se ha olvidado. Está sobre la mesa. Pero el Consejo [de Ministros de la CEE] es muy reacio a tratarla. La comisión no ha retirado sus propuestas. Y cuando se discuta el nuevo régimen, será un dato a tomar en cuenta. Pero por ahora no es muy probable que se logre un consenso en la Comunidad para establecer esta tasa.

P. Este tema, ligado indirectamente a la estabilización en la CEE de las importaciones de sustitutos de cereales (como la soja) y de cereales, puede llegar a causar muchos problemas con Estados Unidos en el GATT.

R. Estados Unidos ha reaccionado de una forma muy hostil a esta idea. Está claro que tendremos que tomar en cuenta los efectos externos de lo que internamente tratamos de hacer con el sector de las materias grasas. Tendrá efectos en el GATT y en nuestras relaciones bilaterales.

P. ¿Cuál cree usted que será la actitud española en la primera reunión de ministros de Agricultura en 1986 para fijar los precios de la campaña 1986-1987? ¿Cree usted que habrá una renegociación, entonces o después, de las condiciones de adhesión?

R. Espero que hayamos sacado cierta experiencia de anteriores adhesiones. Hemos negociado suficiente tiempo para encontrar soluciones. No estimo que haya que pensar que es posible el intentar renegociar. Y no tengo la impresión que se dará el caso. Los españoles son muy buenos negociadores -mis felicitaciones- y han desempeñado un papel importante en las negociaciones. Por supuesto, no han obtenido todo lo que pedían, pues había que encontrar compromisos. Como he dicho, el resultado es complicado. Podrían, en la aplicación práctica de los acuerdos, surgir dificultades y habrá que encontrar soluciones. Pero no preveo, personalmente, una nueva negociación. Habrá, por supuesto, cuando empecemos las negociaciones de precios para la próxima campaña agrícola de 1986-1987, problemas de inflación y de nivel de precios en España. Y habrá que tratar en estas negociaciones de las características españolas. Eso es una complicación, pero no una renegociación.

El Libro Verde

P. El miércoles pasado usted presentó su -o el de la Comisión Europea- Libro Verde sobre la reforma de la Política Agrícola Común (PAC). ¿En qué medida esta reforma viene forzada por el ingreso de España y Portugal?

R. Los problemas que abordamos en el Libro Verde -excedentes, precios mundiales relativamente bajos, problemas de ingresos de los agricultores, necesidad de otras salidas o usos alternativos de la tierra- estaban ahí, no causados por la adhesión. Está claro que el problema agrícola de la Comunidad, con la ampliación, será más heterogéneo que antes. Los problemas se intensificarán.

Los problemas estaban ahí, pero deben ahora ser abordados en un nuevo contexto. Por desgracia no disponíamos de suficientes datos para tomar en cuenta plenamente las implicaciones de la adhesión española. Vamos a llevar a cabo estudios detallados sobre las implicaciones de la adhesión de los dos países ibéricos para la PAC. Por ello no hemos podido integrar plenamente estos aspectos en nuestro Libro Verde.

P. La PAC de 1977, cuando España solicitó la adhesión, y la PAC actual son muy diferentes: ahora hay cuotas o restricciones cuantitativas a la producción por doquier. ¿Llega tarde España a una Política Agraria Común de vacas gordas?

R. Si España hubiera ingresado en 1977, los problemas no hubieran sido muy diferentes. Por el contrario, para algunos productos se tendrían que haber tomado decisiones antes. Por ejemplo, el vino. La decisión final sobre un nuevo régimen para el vino -para suprimir excedentes de vino de mesa por medio de destilación obligatoria- llegó en febrero pasado. Si España hubiera ingresado antes, tendríamos que haber afrontado el problema antes. No creo que España llegue tarde.

P. E Libro Verde no parece favorable a la generalización del sistema de cuotas de producción en la PAC, sino a propiciar un sistema de precios más bajos para reducir los excedentes.

R. Efectivamente. Tenemos cuotas de azúcar, de leche, de tomate transformado. La gente cree que cuando se establecen cuotas de producción se resuelven los problemas. Y no es así. En primer lugar, nunca, por razones políticas o nacionales, hemos establecido las cuotas a un nivel adecuado, sino a un nivel demasiado elevado. Y en segundo lugar, la gente cree que cuando hay cuotas se pueden subir los precios. Pero si el precio de un producto, incluso bajo cuota, es demasiado elevado, no encuentra suficiente mercado".

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