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Reagan y Duarte, de acuerdo en que Nicaragua es el mayor obstáculo a la paz en Centroamérica

Los presidentes de Estados Unidos y El Salvador, Ronald Reagan y José Napoleón Duarte, discutieron ayer, durante su entrevista en la Casa Blanca, las posibilidades de avanzar hacia la plena democratización de Centroamérica. Los dos presidentes se mostraron de acuerdo en que Nicaragua es el mayor obstáculo para la paz en Centroamérica. Duarte pretende con su visita consolidar las "buenas relaciones" con Washington.

Según un funcionario norteamericano, Duarte y Reagan dialogaron sobre la mejora de la situación militar y del respeto de los derechos humanos en El Salvador. El presidente norteamericano agradeció a su visitante el apoyo a sus propuestas de paz para Centroamérica y a las recientes sanciones económicas contra Nicaragua."La paz no será posible hasta que Nicaragua cese el apoyo a la subversión" en los países vecinos y lleve adelante una "reconciliación mediante elecciones democráticas", dijo Reagan a Duarte, según el funcionario antes citado.

El presidente salvadoreño permanecerá 10 días de visita oficial y, además de con el presidente Reagan, se entrevistará con el vicepresidente, George Bush; los secretarios de Estado y de Defensa, George Shultz y Caspar Weinberger, e importantes congresistas.

Ayuda norteamericana

En opinión de amplios sectores norteamericanos, Duarte llega a Estados Unidos política y militarmente más consolidado que hace un año, cuando también visitó la Casa Blanca. Esto representa, sin duda, una satisfacción para la Administración de Ronald Reagan, que siempre le ha puesto como ejemplo de evolución a la democracia en América Central.Según fuentes estadounidenses, uno de los temas esenciales de la entrevista de los dos presidentes fue las expectativas existentes de cara a la tercera ronda de conversaciones entre el Gobierno salvadoreño y los dirigentes guerrilleros, que buscan poner fin a los cinco años de guerra civil que vive el país.

Fuentes de la Administración norteamericana resaltaron el miércoles los éxitos militares del Ejército salvadoreño, que han obligado a la guerrilla a cambiar sus tácticas y entrar de lleno en el campo del puro terrorismo, como, por ejemplo, el secuestro de alcaldes. "Estas tácticas terroristas pueden ser más espectaculares", agregó, "pero indican claramente un cambio de estrategia ante un Ejército que está luchando cada día mejor y tomando la iniciativa".

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En sus conversaciones con legisladores norteamericanos, Duarte buscará apoyo para que el Congreso siga concediendo ayuda militar y humanitaria. En el año 1984, esta pequeña nación centroamericana recibió 196,4 millones de dólares (unos 35.000 millones de pesetas) en ayuda militar de Estados Unidos, más del doble que en 1983, y 329 millones (más de 57.000 millones de pesetas) en ayuda económica. Para el año fiscal de 1985, el Congreso aprobó 325 millones en ayuda económica y 128 en ayuda militar.

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