El libro viejo y roto es para Alberti "un caminante, siempre jóvenes los pies"

La IX Feria del Libro Antiguo y de Ocasión se inauguró ayer en Madrid con un pregón que pronunció el poeta Rafael Alberti, autor también del cartel que presenta la feria este año. El poeta leyó el poema que creó para esta ocasión a modo de pregón, al lado de Enrique Tierno Galván, alcalde de Madrid y gran bibliófilo. Treinta y cuatro libreros de Madrid, Barcelona, Sevilla, Granada y Valencia ofrecen cerca de 200.000 volúmenes entre libros antiguos, usados y restos de edición. Como dijo Alberti, un libro viejo y roto es "un caminante, siempre jóvenes los pies", donde un autor puede encontrar hasta el libro que dio a un amigo.

Poco antes de la señal de partida que significó el pregón de Rafael .Alberti, el público silencioso comenzaba ya a agolparse ante las estanterías y puestos instalados en el paseo de Recoletos, hojeando libros y tebeos, revisando precios y fechas de edición. La IX Feria de¡ Libro Antiguo y de Ocasión se inauguró ayer con buen augurio, con sol, con un público variado y con objetivos distintos. Protegidos tras las ofertas especiales (Goethe a 75 pesetas, lujosos libros de arte a 500, Qujotes por doquier), se elevan al fondo de las improvisadas librerías los libros viejos o antiguos, esperando pacientemente ser descubiertos y conquistar a algún débil bibliófilo de solvente bolsillo."La feria cada año nos sale mejor", decía entusiasmado uno de los libreros participantes. Según él, el número de puestos dedicados al libro antiguo crece año a año y en cada nueva edición es mejor la oferta en libros raros. Rafael Alberti declaró, sin embargo, que el principal carácter de esta feria no es elitista sino popular, y tiene razón. Se puede decir que el 60% de la oferta está en los libros de ocasión, a los que se dirige gran parte del público. La proximidad del libro antiguo atrae el interés de los visitantes, y muchos de ellos se encuentran casi de pronto con uno de esos curiosos libros que bien pueden empezar una colección.

Especialistas

Los libros antiguos tienen ya un público estable de coleccionistas, por lo general especializados en dos o tres temas específicos, que acuden regularmente a los libreros que les procuran las ansiadas exquisiteces librescas. Para éstos se encuentran en esta feria ejemplares como el Libro de astronomía de Padro Ciruelo (Alcalá de Henares, 1521), primer libro de este tema escrito por un español; el infaltable Don Quijote, edición de Bruse las 1607-1616, cuya primera parte es una primera edición y la, segunda parte una tercera; Las siete partidas de Alfonso El Sabio (Salamanca, 1565), o un hermoso Atlas de anatomía del siglo XVIII, con láminas acuareladas. Hay cierta reserva entre los libreros especializados en este tipo de adquisiciones, por temor a un posible robo, como ya sucedió en un caso el año pasado."El interés por el libro antiguo crece cada año entre el público, aunque se hace más difícil ahora que antes obtenerlos", afirma Guillermo Blázquez, presidente del comité organizadoer de la feria. "No se suelen comprar libros antiguos sólo por su antigüedad; lo que importa es el interés que pueda tener el contenido. Se puede adquirir un libro del siglo XVIII por 500 pesetas, pero seguramente se tratará de un ejemplar poco atractivo".

La tarea de los libreros dedicados especialemnte al libro antiguo es bastante más ardua que la de un normal negociante del ramo. Al encontrar un ejemplar raro o lo suficientemente interesante lo primero que consideran es su estado de conservación. Por lo general lo restauran, lo encuadernan y lo recuperan para después ofrecerlo a algún posible comprador.

El grupo menos especializado en el libro antiguo es más amplio. En él caben los interesados en ediciones agotadas de algún autor en particular, primeras ediciones o versiones originales. En este grupo se suelen reunir desde profesores universitarios, escritores, estudiantes e intelectuales en general, en busca de estos raros ejemplares del siglo XX. Están presentes en esta feria desde algunas de estas primeras ediciones de escritores de la generación del 98 y del 27 hasta obras como la Neurosenlehren, de Sigmund Freud (Leipzig, 1920), para empezar.