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Diálogo en Ginebra, relevo en Moscú

Mijail Gorbachov mantendrá a Andrei Gromiko como ministro de Asuntos Exteriores

Pilar Bonet

La política exterior de la URSS no variará a causa del relevo en la cumbre del poder soviético y continuará siendo dirigida por el actual ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, para quien sus relaciones con EE UU y las negociaciones de desarme son problemas prioritarios, según afirmaron fuentes soviéticas expertas en política internacional. Para esas fuentes, el nuevo secretario general del Partido Comunista de la Unión Soviética, Mijail Gorbachov, hará todo lo posible por poner en relación los logros en política exterior con la política interior y la economía, la verdadera especialización del nuevo líder.

Mijail Gorbachov, que trata a menudo con dirigentes de otros países socialistas, no tiene una experiencia en política internacional comparable a la de Gromiko. Pero las fuentes señalan que su formación como jurista puede serle muy útil para curtirse en este campo.De su discurso pronunciado anteayer ante el Comité Central del partido, los expertos valoran la importancia concedida a la mejora de las relaciones con la República Popular China, que Gorbachov insertó claramente en el marco de fortalecimiento de las relaciones dentro de la comunidad socialista y al aumento de la influencia de ésta en el mundo.

Este punto, además de las relaciones con los países del Tercer Mundo -"nuestros amigos e interlocutores"- y las relaciones con los "países capitalistas" construyeron los tres apartados a los que Mijail Gorbachov, recién nombrado secretario general del PCUS, se refirió en su primer díscurso como máximo líder de la URSS.

Tan sólo la República Popular China y EE UU fueron nombrados explícitamente como tales, y ninguna mención se hizo de Europa, que mereció varios párrafos en el discurso electoral pronunciado por el nuevo dirigente a finales de febrero. "Paz y progreso" son los principios de la política exterior soviética, dijo Gorbachov, para quien la URSS no aspira a obtener ventajas bélicas unilaterales sobre su interlocutor en Ginebra.

Reducir los armamentos

"Queremos", dijo, "reducción y no continuación de la carrera de armamentos". Sobre esta base, el dirigente repitió las propuestas de su país para congelar los arsenales nucleares, evitar la proliferación -de cohetes -sin referirse a ninguno en concreto- y reducir los arsenales acumulados, así como evitar la creación de nuevos sistemas de armamentos en el cosmos y en la Tierra. El acuerdo de Ginebra es posible si la URSS encuentra una actitud recíproca", dijo.En su discurso electoral de febrero, Gorbachov había sido, sin embargo, algo más duro cuado se refirió a EE UU y a las negociaciones de Ginebra. En aquel entonces había dicho que "por desgracia" no se podía afirmar que Estados Unidos tuviera una postura encaminada a obtener "resultados concretos".

"En vísperas de las conversaciones de Ginebra, en EE UU se ha desplegado una actividad que genera dudas sobre las verdaderas intenciones de la parte norteamericana", señaló.

"La opinión pública internacional espera de Washington una relación constructiva hacia las conversaciones sobre la base de una estricta observancia del principio de equilibrio e igual seguridad", indicó el nuevo líder máximo soviético.

Europa, hogar común

Mijail Gorbachov concedió "gran importancia" a la normalización de relaciones con EE UU, pero subrayó significativamente que la URSS no se olvida de que el mundo no consiste sólo de estos países, sino que es mucho más amplio. En este contexto, Gorbachov calificó a Europa de,"nuestro hogar común".Asimismo, apreció lo que definió como "el sentido común de los europeos occidentales" interesados en no permitir que el continente se transforme en un campo de pruebas de la doctrina del Pentágono sobre la guerra nuclear limitada.

La URSS está interesada en las relaciones de "buena vecindad" con los Estados europeos y ve con satisfacción los esfuerzos de muchos Estados de este continente con vistas al "diálogo político". El interés de Gorbachov por los países del Tercer Mundo era conocido antes y su reputación como reformista en el terreno económico hace pensar a los observadores que las relaciones con los países socialistas pueden mejorar en este ámbito.

Entre los acontecimientos propuestos o no realizados por la debilidad física del anterior dirigente se encuentra la prolongación del Tratado de Varsovia y la celebración de una cumbre a este efecto, que no fue posible el pasado enero. Inicialmente, la reunión del pacto iba a celebrarse en la capital búlgara, Sofía.

Mijail Gorbachov, por su juventud y su estado de salud, está en condiciones de viajar al extranjero y, en caso necesario, de protagonizar un encuentro con el presidente de Estados Unidos. Su viaje al Reino Unido el pasado diciembre le proporcionó un primer baño como estadista en el campo internacional.

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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