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El federalismo

El Ciervo( ... ) En el siglo XV, cuando "a Castilla y a León nuevo mundo dio Colón", Castilla realizó otro vasto proceso de aculturación en América, corno el programa de TVE 300 millones -en cuya valoración no entro- hizo patente.Algo similar ha ocurrido en Francia, donde la llengua d'oc, la del Sur, la de Occitania, ha desaparecido por el empuje de la lengua del Norte, la lengua d'oil, más conocida hoy por francés.

Pero el hecho de la lengua y cultura catalanas es singular. Rodeados de 50 millones de francoparlantes y de 30 millones de castellano-hablantes estructurados en poderosos Estados-nación, unos tres millones de catalano-hablantes las han salvado. No han podido con ellas, ni los 300 años de centralismo a ultranza iniciados por el primer Borbón, el rey francés, el del primer Onze de Setembre, ni los 40 años del régimen anterior, que disponía de un Estado más moderno y por tanto más fuerte. Felipe V, que se inspiraba en los eficaces métodos practicados en el Rosellón por su ilustre abuelo Luis XIV -y por todas las Repúblicas que le han sucedido hasta hoy-, además de suprimir los fueros instruía a sus funcionarios que lucharan por erradicar el catalán "sin que se note el cuidado". En 1938, sin embargo, cuando se derogó el Estatut del 32, la campaña contra el catalán fue pública, probablemente para que no se notara el cuidado. Naturalmente, en todos estos procesos las tensiones han costado vidas y haciendas, porque monolingüismos-nacionalismos feroces las provocaban.

Por contra, los dos grandes imperios que dominan hoy el mundo, EE UU y URSS, se han dado a sí mismos una estructura federal. Descartada la URSS, porque el federalismo sin democracia no significa nada, vemos que EE UU llegó a ser nación aplicando la política conocida como melting pot, es decir, crisol en el que tenían que fundirse las culturas de los inmigrantes que procedían de las más diversas y a veces antiguas naciones. Estos inmigrantes voluntarios, si querian convertirse en ciudadanos de EE UU -tenían que aceptar la lengua y cultura inglesa, la Constitución y el american way of life. De facto aceptaban el predominio de los WASP (White-anglo-saxon-protestant). Paradójicamente, otros grandes états-nation forjadores de imperios, con sus antiguas colonias totalmente emancipadas hoy, están intentando formar una nueva nación común y superior a todos ellos y con instituciones también comunes y superiores: un Parlamento en Estrasburgo y un Ejecutivo en Bruselas. Lo están haciendo con gran lentitud, pero a través de pactos (foedera) voluntarios y libres. Alguno de estos Estados conserva formas centralistas, como Francia. Otros practican el federalismo cooperativo, como Alemania. Pero el proceso de la constitución de la Europa unida federal en la que tantos soñamos no se hará a través del melting pot. En palabras de madame Louise Weiss, que por ser la diputada de más edad presidió la histórica sesión inaugural del Parlamento de Estrasburgo en 1979, "deberernos unirnos de una manera distinta.(...)

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Y el día en que esta Europa unida sea una realidad, tendrá un sistema político similar al de los Estados que hoy practican el federalismo cooperativo, como EE UU, Canadá, Alemania, Suiza, Austria. ( ... )

, enero de 1985

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