El mercado del Este, de Santander, amenazado de derribo

La comisión técnica para la defensa del patrimonio histórico-artístico, que preside el consejero de Cultura del Gobierno cántabro, Mariano Mañero, deberá informa en una reunión mañana, viernes acerca de la petición de distintos colectivos ciudadanos para que sea incoado expediente de declaración de monumento artístico al Mercado del Este.El edificio, construido hace 122 años, se encuentra en el centro de Santander y está considerado como el único resto importante de la arquitectura santanderina del siglo XIX. Intelectuales, comerciantes y colectivos ciudadanos han protagonido desde hace un mes un amplio movimiento en defensa de la conservación del mercado, tras conocerse la decisión del alcalde de Santander, Juan Hormaechea, de derribarlo para construir una plaza.

Los que se oponen al derribo defienden la permanencia del, peculiar edificio, levantado en 1853 de acuerdo con el proyecto del maestro fontanero y arquitecto Antonio Zabaleta. De acuerdo con ese proyecto, que no ha sido modificado en lo sustancial, los puestos de venta se alinean en seis calles cubiertas. Situado a espaldas del paseo de Pereda, ninguna obra de remodelación importante se ha llevado a cabo en su estructura, lo que, unido a la construcción de un túnel en sus cercanías para comunicar dos edificios, ha terminado por dañar seriamente la construcción.

Comerciantes asentados en el mercado (una minoría tras haber sido desplazados muchos hacia los nuevos comercios de Puerto chico y Cuatro Caminos), y vecinos de la zona reclaman su permanencia, por estimar que la desaparición dejaría a una amplia zona sin los servicios del mercado. Esta petición es la que con mayor énfasis rechaza el alcalde "El Mercado del Este debe desaparecer por razones de equidad y para que funcionen los de Puerto chico, La Esperanza y Cuatro Caininos", afirmó Juan Hormaechea en el pleno municipal de la pasada semana al defender la aprobación del acuerdo por el que se inician los trámites para la expropiación forzosa de los comerciantes que aún continúan.El alcalde añadiría que "los comerciantes del Este saldrán de ahí, y si cuadra lo harán con el rabo entre las piernas".

No obstante, Hormaechea ha modificado el planteamiento inicial a causa del amplio movimiento surgido en contra de la demolición: estaría dispuesto a ceder el edificio al Ministerio de Cultura siempre y cuando éste corriese a cargo de su conservación y le buscase un destino adecuado, que en ningún caso sería el de mercado. Para el alcalde, que presionó a los comerciantes para que se trasladaran a los dos nuevos mercados, es "inaceptable", según afirman los concejales socialistas, que "un grupo de vendedores se salga con la suya y le lleven la contraria".

El alcalde argumenta criterios estéticos para derribar el mercado, en tanto que comerciantes y vecinos denuncian la destrucción voluntaria del edificio, aplicando la piqueta municipal a los revestidos de aquel, e incluso denuncian la rotura de cristales de algunos de los puestos no ocupados para favorecer un más rápido deterioro.

Criterios estéticos y funcionales han sido barajados por arquitectos, urbanistas e intelectuales para defender el mercado y su actual cometido. La pasada semana un escrito firmado por Enrique la Fuente Ferrari, Jesús de la Serna, Pedro Crespo de Lara, José María Pérez Peridis, Elena Quiroga y Jesús de Polanco, entre otros, solicitaba del alcalde de Santander y del consejero de Cultura del Gobierno regional la paralización de cualquier decisión de derribo y la incoacíón del correspondiente expediente para su declaración como monumento artístico.

Una posible decisión favorable a la conservación por parte de la comisión del patrimonio, ya ha sido rechazada públicamente por el alcalde. Refiriéndose a la reunión de la comisión técnica que debe informar la apertura del expediente, Hormaechea declaró que "ahora vamos a ver quién gobierna en la diputación, si los funcionarios que metió el PSOE gracias al pacto por Cantabria o la Coalición Popular".