El palacio de Livadia

Al entrar en el palacio de Livadia, un edificio estilo renacentista construido a principios de este siglo como residencia de verano de los zares, un enorme óleo colgado en el vestíbulo, a mano derecha, sorprende al visitante. Se trata de un cuadro pintado en 1946 por Vasili Efanov, que lleva por título La conferencia de Yalta. El artista interpretó a su modo el ambiente que rodeaba a los participantes y lo plasmó en un cuadro que es hoy una curiosidad histórica.Sentados frente a la chimenea, situada en el ángulo derecho de la tela, aparece Stalin junto con su ministro de Asuntos Exteriores, Molotov; Churchill y Roosevelt. Stalin es el único que fuma, y tanto él como Churchill van de uniforme.

A la izquierda, en un plano posterior, hay un joven moreno de aspecto serio que se mantiene de pie, va vestido de oscuro y sostiene un documento en la mano. Parece el galán de una película de los cuarenta, pero en realidad se trata del actual ministro de Asuntos Exteriores, Andrei Gromiko, quien entonces tenía 36 años y era embajador de la URSS en Washington. Tanto él como Averell Harriman, entonces embajador de Washington en Moscú, han quedado retratados en el óleo de Efanov.

En febrero de 1945, sin embargo, los ilustres visitantes se alojaron como pudieron en varios de los palacetes repartidos por la región. Livadia, dañado por los alemanes, fue acomodado a toda prisa y hubo que traer muebles y servicio desde Moscú.