Los militares urugayos adelantan al 14 de febrero su retirada del poder

Las Fuerzas Armadas uruguayas anunciaron su retirada del Gobierno el próximo 14 de febrero, cuando asuma sus funciones el nuevo Parlamento, para evitar permanecer en el poder hasta el primero de marzo, fecha fijada inicialmente. La resolución, sorprendente, fue tomada por la Junta de Oficiales, máximo organismo castrense, y fue comunicada ayer al presidente electo, Julio María Sanguinetti, por un alto oficial del Ejército. La propuesta militar incluye además que en esa fecha el presidente Gregorio Álvarez deje su puesto al presidente de la Corte Suprema de Justicia, Rafael Adiego, extremo que no fue aceptado por Sanguinetti.El futuro presidente, tras consultar con los restantes partidos políticos, comunicó a los militares que se aceptaba con gusto su retiro anticipado, pero agregó que se consideraba improcedente dejar la primera magistratura en manos de un funcionario que no tenía ningún tipo de representatividad.

La solución a la que se llegó por consenso entre los principales dirigentes es la de que la Presidencia debe recaer interinamente en el futuro presidente de la Asamblea General, es decir, el candidato a senador de la lista más votada, Jorge Valle, del Partido Colorado.

De acuerdo con la Constitución uruguaya, Jorge Valle, el primero de marzo, será el encargado de dar posesión de su cargo de vicepresidente de la República a Enrique Tango, para que éste luego entregue la banda presidencial y tome juramento a Sanguinetti.

La entrega anticipada del poder es considerada en algunos sectores políticos como una nueva imposición de los oficiales más moderados que optaron por no participar en forma alguna en los actos previstos para festejar el acceso a la democracia.

Muchos observadores se preguntaban cuál hubiera sido la actitud del teniente general Álvarez, considerado como uno de los hombres más duros del proceso, si se hubiera visto obligado a participar en la ceremonia de toma de posesión de Sanguinetti.

Por otra parte, la posición de los políticos era muy clara. En los casos de las administraciones departamentales cuyos nuevos titulares asumirán sus funciones en la misma fecha de instalación de las cámaras, los actuales intendentes ni siquiera habían sido invitados a estar presentes en las ceremonias.

Hasta el momento, no se, sabe si las Fuerzas Armadas aceptarán la resolución comunicada por Sanguinetti. Si así fuera, Hamlet Reyes, actual presidente del Consejo de Estado, organismo de funciones legislativas designado por la dictadura, sería el encargado de traspasar el mando a Jorge Valle. La posibilidad de que exista desde el comienzo un presidente civil resultará muy importante para la adopción de leyes urgentes.

Además, se solucionará de esta forma un aspecto protocolario muy importante, puesto que está prevista la visita de numerosos mandatarios y representantes de diversos países para el primero de marzo, y parecía poco creíble que Álvarez participara en los actos de recibimiento de personalidades, a algunas de las cuales poco tiempo atrás se les había prohibido la entrada al país.