Italia considera que no hay intereses contrapuestos con España en vino y aceite de oliva

No existe contraste de intereses en vino ni en aceite de oliva -dos de los apartados importantes aún pendientes en las negociaciones para el ingreso en la CEE- entre España e Italia, sino más bien coincidencia sobre los principios de fondo entre ambos países, según fuentes diplomáticas italianas. El primer ministro italiano, Bettino Craxi, ha asumido el primero de enero la presidencia de la Comunidad Europea, y los objetivos esenciales que se ha marcado para su mandato son llevar a buen puerto la ampliación, solucionar el problema presupuestario y convocar una conferencia intergubernamental, que permita concretar un nuevo tratado de unión europea.Según estos medios italianos, en la cumbre de Dublín su país realizó un esfuerzo importante por desbloquear la estancada situación del vino, aún a costa de actuar en contra de los intereses de sus agricultores, con el objetivo de posibilitar la conclusión de las negociaciones con España. Y en el terreno del aceite de oliva, subrayan, sus representantes propiciaron que la modificación del conjunto de normas comunitarias sobre este apartado se realice una vez producido el ingreso de España.

De cualquier forma, es en el apartado hortofrutícola -campo en el que son competidores ambos países- donde aún parecen persistir mayores diferencias. Según la argumentación italiana, la situación de los cítricos españoles seguirá siendo fuerte aunque se acepte la propuesta comunitaria que, de momento, considera sensibles a estos productos, en contra de los planteamientos españoles. Italia apoya la postura comunitria, considernado que las axcepciones a favor de España en este asunto, perjudicarían a las zonas del sur de su país, en las que se cultivan estos agrios. De ahí que Italia pretenda una mayor protección para sus agrios, que, a su juicio, puede ser asegurda con el sistema general propuesto por la CEE para frutas y hortalizas.

Los problemas referentes al todavía abierto capítulo pesquero se consideran aún muy complejos, e Italia sé muestra a favor de un período transitorio, de alrededor de diez años.

Por lo que respecta a los programas mediterráneos, integrados (PIM) -de cuya solución depende que Grecia dé su aprobación para la firma del tratado de adhesión-, los medios italianos creen problemático que se logre un acuerdo en base a las cantidades propuestas por la Comisión Europea , aunque muestran su convicción de que dicho problema podrá quedar solventado a tiempo. Italia, de cualquier forma, apoya la introducción de los PIM por cuanto permitirá solucionar los desequilibrios existentes en las regiones mediterráneas respecto a las continentales.