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El festival de San Sebastián servirá de plataforma del cine europeo en Latinoamérica en su nueva etapa

El Festival Internacional de Cine de San Sebastián servirá de plataforma para la promoción de la cinematografía europea en Latinoamérica y asumirá como objetivos prioritarios el desarrollo del cine vasco y del cine español. Un comisión ejecutiva compuesta por el director del certamen y representantes del Gobierno vasco, Gobierno central, Ayuntamiento de San Sebastián y la industria vasca del cine tratará de dar operatividad a un festival ante cuya organización el comité rector ha mostrado escasa capacidad de reacción. Estas propuestas figuran en las conclusiones de un informe, aprobado por el comité rector, que será presentado próximamente a Pedro Erquicia, el candidato a director propuesto por los tres organismos que financian el festival.

Pedro Erquicia deberá ahora diseñar un proyecto de festival para la próxima edición, cuya fecha de celebración está aún sin decidir, siempre que esté dispuesto a ocupar el cargo y que comparta la filosofía general del informe emitido por el comité rector. Los organizadores piden al nuevo director dedicación exclusiva durante al menos dos años, como garantía de continuidad en el esfuerzo por recuperar la categoría competitiva. La asunción, por parte del festival, del objetivo de servir de plataforma al cine europeo en Latinoamérica es uno de los requisitos exigidos por la Federación Internacional de Productores (FIAPF) para devolver la categoría A al certamen donostiarra.El informe del comité rector, debatido en dos reuniones sucesivas y finalmente aceptado, establece la necesidad de una modificación profunda en la orientación del festival y propone reforzar tres secciones que ahora se consideran fundamentales: la Sección Oficial, la de Nuevos Realizadores y la dedicada a cine y televisión. Las secciones Retrospectiva, Euskadi y Panorama del Cine Español, Informativa y Vídeo completan, según este esquema, el programa de la próxima edición. La organización del festival contempla seriamente la posibilidad de que la próxima edición tenga ya carácter competitivo, y en esa perspectiva apunta la conveniencia de fijar la cuantía de los premios de la sección oficial.

Asimismo, se plantea el estudio de fórmulas de compensación para los productores participantes, "que tienen el problema del coste de una copia más el subtitulado, sin que por el momento vean la manera de rentabilizar ese gasto, al no tener posibilidad de venta por la ausencia de distribuidores y de Prensa que puedan promocionar sus películas". Los incentivos a los productores europeos responden a la idea, repetida a lo largo del informe, de crear en San Sebastián el mercado del cine en lengua castellana.

Retomando una trayectoria seguida intermitentemente en los últimos años, el festival está dispuesto a potenciar a los nuevos realizadores y a reconocer a esta sección un rango similar a la oficial. Hasta tal punto, que el comité rector propone que las películas de nuevos realizadores sean proyectadas en las sesiones matinales del teatro Victoria Eugenia, palacio del festival, reservado hasta ahora exclusivamente a la sección oficial. Se contempla igualmente la posibilidad de incrementar los premios en metálico para los nuevos realizadores galardonados y se apunta la conveniencia de efectuar una gira por varias capitales de la América Latina presentando las películas de esta sección.

Periodistas y distribuidores

El apartado Cine y Televisión debe ser, según el proyecto del comité rector, el tercer soporte del futuro festival que, de acuerdo con su nueva orientación, debe reunir a periodistas y distribuidores latinoamericanos. La revisión sistemática de los planteamientos del certamen alcanza también a las estructuras organizativas.Con la creación de la comisión ejecutiva el festival dispondrá de la agilidad y eficacia que exige la actual situación de emergencia. Desde la clausura de la pasada edición, hace ya cuatro meses, el comité rector se ha reunido en solo dos ocasiones, en un momento en que el festival se enfrenta a su propia superviviencia. Tiempo perdido que, sin duda, va a condicionar el desarrollo de la próxima edición, pese a las gestiones realizadas hasta ahora por Ramón Labayen, alcalde de la ciudad, y Ángel Amigo, presidente de la Asociación de Productores Vascos.

El comité rector, organismo en el que están representados todos los sectores relacionados de una u otra manera con el festival, desde el Ayuntamiento hasta la Asociación de Comerciantes, se ha mostrado incapaz de reaccionar adecuadamente. El representante del Gobierno vasco o el del Gobierno central, organismos que aportan una cifra de subvenciones superior a los 50 millones de pesetas, poseen en el comité rector un solo voto, al igual que la Asociación de Comerciantes, por ejemplo, y de las más de 20 personas que completan habitualmente ese organismo, únicamente dos pertenecen a la industria del cine.

En ocasiones, los debates en el comité rector reproducen las disputas políticas entre las distintas fuerzas de la corporación municipal, ampliamente representada. La asignación de las funciones ejecutivas a esa comisión permitirá al comité rector reservarse el control de la dirección.

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