Morán afirma que la permanencia de España en la OTAN sigue condicionada al resultado del referéndum

"Yo no he dicho en ningún caso que la opción es por la Alianza Atlántica en cualquier circunstancia, pues esto tiene que ser objeto de la consulta" popular anunciada por el Gobierno, señaló ayer en Bruselas el ministro de Asuntos Exteriores, Fernando Morán. "Es evidente", explicó, "que un rechazo en la CEE tendría consecuencias y desencadenaría una tendencia contraria a la Alianza. Sigo manteniendo que España no necesita integrarse en la estructura militar de la OTAN", agregó, para añadir que "es una opción correcta, con el margen de autonomía que nosotros deseamos, permanecer eventualmente en el Tratado del Atlántico Norte".El ministro participó ayer en la sesión de otoño del Consejo Atlántico, que concluye hoy. Morán regresó, sin embargo, ayer a Madrid para asistir a los debates del congreso del PSOE. En la conferencia de prensa que celebró en Bruselas, se quejó del titular publicado por EL PAÍS en la primera página de su edición de ayer, jueves 13 de diciembre ("España permanecerá en la OTAN aunque no ingrese en la CEE, afirma Morán"), que, dijo el ministro, no correspondía a la información.

La intención del ministro al hacer sus declaraciones del miércoles está clara en un punto, según interpretaron fuentes autorizadas: evitar que, en el caso de que no se ingrese en la fecha prevista en la CEE, se desencadenase en España una oleada de nacionalismo neofascista.

No obstante, Morán considera "probable" que España y Portugal entren en la CEE el 1 de enero de 1986. Morán se entrevistó ayer, a este respecto, con sus homólogos de Francia, Portugal y Grecia: Roland Dumas, Jaime Gama y Yannis Haralambopoulos. Éste, segun un portavoz griego, cuya información no pudo ser confirmada en fuentes españolas, entregó una carta a Morán, cuyo contenido no ha sido revelado, explicando la postura griega. Grecia bloquea la adhesión ibérica hasta que no obtenga una respuesta satisfactoria de los diez sobre los Programas Mediterráneos Integrados de la CEE.

En el caso de que España no ingresara en la CEE, "es evidente que, en esas circunstancias, el peso de las personas que desearían la denuncia del Tratado de Washington sería mayor", dijo ayer Fernando Morán. "Pero en ese caso", agregó, "cualquier Gobierno responsable tendría que pensar en los efectos de la posición general de España y también en los efectos sobre el mundo al que quiere pertenecer".

Morán insistió en que "España tiene un proyecto histórico de definición occidental" y que, incluso si no se ingresara en la CEE, habría que agotar la vía del europeísmo, haciendo hincapié en que europeísmo no es lo mismo que atlantismo. Pero, para el ministro, "es evidente que si cuando llegue el momento del referéndum (consultivo, pero de enorme fuerza política y moral) ha fracasado el proyecto de entrada en la CEE por obstáculos comunitarios, esto tendría una influencia".

"Naturalmente", añadió, "en el resultado y en el modo de formular la pregunta influirá el hecho de haber sido rechazados o no en la CEE". En ese momento, si en marzo de 1986 España no estuviera en la CEE, "se haría un análisis de lo que España necesita desde su punto de vista de pais occidental".

"Es evidente", prosiguió Morán, respondiendo a preguntas, "que no se le puede pedir a España un grado de integración que no desea cuando al mismo tiempo se le niega la entrada en la CEE".