En 1986 se venderá gasolina sin plomo en España

En 1986 se pondrá a la venta en España la primera gasolina sin plomo, con lo que se reducirán considerablemente los niveles de contaminación, aparte de mejorar el encendido y aceleración de los motores. La utilización de este tipo de gasolina eliminará algunos de los gases tóxicos de la combustión perjudiciales para el medio ambiente y para los propios motores de los vehículos. Petronor será la primera refinería que pondrá en el mercado, en la primavera de 1986, esta gasolina.El proyecto, para el que se han destinado inicialmente 1.295 millones de pesetas, supone la modificación de algunas instalaciones en la refinería de Musquiz (Vizcaya) y la inclusión de un nuevo aditamento que sustituya al plomo para mantener la misma potencia en los motores, pero con menos contaminación.

La sustitución del plomo por el nuevo producto, el eter metil butílico terciario, logrará, además, una gasolina de más calidad y ventajas para los motores de los automóviles, según un informe de Petronor.

La gasolina española y portuguesa se encuentran a la cabeza, en Europa, de los mayores índices de plomo. Esto ha sido denunciado por asociaciones de ecologistas puesto que provoca enfermedades nerviosas y cardiovasculares. En estos dos países se fabrica gasolina con índices de plomo superior al 0,6 gramos por litro, mientras que en los países de la Comunidad Económica Europea se estableció un máximo de 0,4 y un mínimo de 0, 15.

El Parlamento Europeo aprobó el 6 de junio de 1983 una resolución para la reducción del contenido de plomo en la gasolina y los ministros comunitarios de Medio Ambiente acordaron el pasado jueves, día 6, que, a partir de 1989 la gasolina se fabrique sin plomo. En ambas resoluciones se acepta que el plomo tiene un carácter neurotóxico en las emisiones de gases de combustión. Algunas organizaciones ecologistas europeas estiman, no obstante, que esta medida no será suficiente para rebajar los altos índices de contaminación provocado por los vehículos.

El primer país en poner en práctica estas medidas fue Estados Unidos pero no por razones ecológicas sino para evitar el daño que causaba a los motores el elevado índice de plomo.