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Alfonsín trata de negociar en París la amortización de la deuda argentina

Mañana concluye la visita oficial que inició ayer en Francia el presidente argentino, Raúl Alfonsín, quien, tras el almuerzo y la entrevista que mantuvo con el presidente de la República Francesa, François Mitterrand, se mostró satisfecho del desarrollo de su primera jornada. La deuda gigantesca de Argentina, su situación general económica grave, además de las relaciones y la cooperación con Francia, que se desea intensa, dominarán sus tres días de estancia en este país.Alfonsín llegó a París no en visita de Estado, sino invitado por el Fondo Internacional de Desarrollo Agrícola (FIDA), una agencia especializada de las Naciones Unidas. Después viajará a Italia, donde se entrevistará con el jefe del Gobierno, Bettino Craxi, y con el papa Juan Pablo II; también realizará una breve visita a Argel.

En París, Alfonsín, que declaró al llegar que "ha desaparecido toda amenaza de golpe de Estado" en su país, desde diversas plataformas va a tratar los aspectos, también varios, de los inquietantes problemas económico-financieros que aquejan la democracia argentina.

El presidente, además de intervenir en el FIDA, se entrevistará con expertos financieros y con banqueros, y a todos ellos les expondrá la misma ecuación: "o me aguantáis o no podré pagar". Esta frase imaginaria quiere decir en la práctica que la deuda exterior de su país es de 45.000 millones de dólares, equivalentes a unos siete billones y medio de pesetas (la total de los países en vías de desarrollo, o del Tercer Mundo, es de más de 700.000 millones de dólares).

Escalonar la deuda

Los argentinos tratan de escalonar la devolución de dicha deuda, y en particular, aquí en París, de buscar una fórmula adecuada a ese objetivo con las bancas centrales que integran el llamado Club de París, al que le deben más de 6.000 millones de dólares. Añádase que actualmente la inflación en Argentina es del 1.000%, lo que hace explosiva la situación y lo que quiere decir que si sus acreedores desean cobrar no tendrán más remedio que ayudarle de una u otra forma.Argentina llegó el mes pasado a un difícil acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI), por el que Buenos Aires se comprometió a contener el gasto público y mantener el déficit de los presupuestos del Estado dentro de límites muy estrictos. Sin embargo, tras alcanzarse este acuerdo, las autoridades argentinas anunciaron una subida salarial del 14% para el último trimestre de 1984.

Francia ha mostrado simpatía hacia el argumento argentino de que unas medidas de austeridad extremadas que incluyeran recortes del déficit público y de los salarios en términos reales pondrían en peligro el futuro de una democracia ganada con esfuerzo.

El presidente radical de Argentina, además de entrevistarse con Mitterrand y con el primer ministro, Laurent Fabius, lo hará con ministros de casi todos los ramos. Por otra parte, hoy contactará en Estrasburgo con el secretario general del Consejo de Europa, Marcelino Oreja.

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