El corazón arfificial no es una alternativa al trasplante, sino un complemento técnico, según el doctor Jamieson
El doctor S. Jamieson, pionero de los trasplantes conjuntos de corazón y pulmón en la universidad de Stanford (California) ha declarado a EL PAÍS que el corazón artificial no constituye una alternativa al trasplante del órgano humano. Considera incluso que la ciencia avanzará más rápidamente en la mejora de las drogas inmunodepresoras para evitar el rechazo del órgano implantado y suprimir sus secuelas, que en la forma de conseguir una fuente de energía para el corazón artificial y reducirlo a un tamaño lo suficlentemente pequeño como para poder ser implantado en el cuerpo bumano. Considera, en cambio, que la técnica del corazón artificial podrá ser muy útil a largo plazo como complemento de los trasplantes.
La ponencia del doctor Jamieson había despertado una gran expectación entre los participantes en el simposio sobre los Avances en Terapia Cardiovascular que ayer concluyó en Barcelona. Su exposición, a caballo entre la disertación científica y el estudio sociológico con pinceladas de humor, no defraudó a los asistentes. Tuvo tiempo de exponer sus recientes resultados en el trasplante simultáneo de corazón y pulmón, del que es pionero; de presentar un pequeño artilugio mecánico que se implanta en el ventrículo izquierdo del corazón para mantener con vida a pacientes que esperan el trasplante; y de hacer balance de los 25 años de experiencia del equipo médico que dirige el doctor Shumway en la universidad de Stanford, (California), que cuenta en su haber con el mayor número de trasplantes de corazón realizados en el mundo. Según manifestó después de la conferencia en una entrevista concedida a EL PAÍS, las investigaciones sobre el corazón artificial ofrecen todavía un resultado muy precario, a pesar de que se iniciaron en 1930, y no se prevén avances muy espectaculares en los próximos años. "Yo he participado con el doctor DeVries en los trabajos del primer corazón artificial que se probó hace dos años en el paciente Barney Clark. Soy muy amigo de DeVries y puedo asegurarle que él mismo le diría, si estuviese aquí, que el corazón artificial no es una alternativa tan buena como el trasplante. Lo cual no quiere decir que no sea importante seguir investigando en esa dirección. En mi opinión, la técnica del corazón artificial puede ser muy útil precisamente como complemento del trasplante".
Ventajas y desventajas
"El principal problema del corazón artificial es que precisa de una fuente de energía que le mantenga en actividad permanente, y estamos muy lejos de resolver este problema. La única fuente posible sería la nuclear, y no vamos a introducir precisamente energía nuclear en el cuerpo humano.... De forma que, a largo plazo, no se vislumbra otra perspectiva que la de tener al paciente permanentemente conectado a una máquina, lo que comporta un calidad de vida muy inferior a la del trasplante". El segundo problema todavía por resolver, según del doctor Jamieson, es que "al tratarse de un aparato artificial, pueden presentarse problemas de adaptación al organismo, con serios peligros de que la sangre se coagule o de que sus elementos se rompan al chocar con los del corazón artificial". Frente a estas dos desventajas sustanciales, el doctor Jamieson resalta las dos ventajas que, en su opinión, ofrece el corazón artificial. "La primera es que siempre puede ser utilizado como una solución temporal para bombear la sangre a pacientes que se encuentren en tina situación extrema, mientras se les prepara para el transplante. Y puede ser también una alternativa para las personas a quienes no se pueda efectuar el transplante de un corazón humano. La segunda ventaja es que el corazón artificial, tanto en su forma actual como en la que pueda llegar a conseguirse en el futuro, no provoca rechazo por parte del organismo del paciente".
Aunque comparte el criterio de que la superación de las desventajas indicadas puede ser cuestión de tiempo, el doctor Jamieson considera que el trasplante sigue teniendo mejor perspectiva: "En 1968, el índilce de supervivencia al año de efectuado el trasplante de corazón era del 22%. En estos momentos nos encontramos ya con una su pervivencia al año del 80% de los trasplantados, superior incluse al de algunas intervenciones delicadas del corazón".
El trasplante a niños
En su opinión, en los próximos años se obtendrá nuevas drogas inmunodepresoras para evitar el rechazo sin dejar secuelas. "La ciclosporina, descubierta hace apenas cuatro años,es la primera de una nueva serie de drogas. En estos momentos, en Stanford y en Oxford experimentanios ya un tipo de ciclosporina, la G, que provoca menos secuelas que los tipos utilizados hastea ahora". El doctor Jamieson. está convencido que se availzará más rápidamente en esta dirección que en la superación de dificultades para lograr un corazón artificial implantable. Sobre las afirmaciones del doctor Barnard en el sentido de que era una barbaridad el trasplante de corazón practicado en Inglaterra a una niña recién nacida, el doctor Jamieson responde: "El doctor Barnard, con el que me une una vieja amistad, hace muchos años que no practica trasplantes. No comparto su criterio. Está perfectamente demostrado por los trasplantes (te riñón o hígado, que el órgano implantado crece con el organismo del niño. La única dificultad es que el donante debe tener la, misma edad que el receptor". "Nosotros, en Stanford", añade, "no hemos practicado trasplantes a niños porque la ley de California no resolvía el problema jurídico de quien debía (lar el consentimiento, pero recientemente ha sido reformada esta ley, y ahora los practicamos. La semana pasada hicimos uno a unniño de dos años y medio. Es cierto que los niños no son el paciente más idóneo, por su inmadurez psicológica y orgánica. Pero normalmente se recurre al trasplante cuando ya no hay otro remedio posible y no hay razón para excluir a los niños de esa última esperanza."
La magnitud del trabajo realizado confiere al equipo de Stanford una gran autoridad científica. De los casi 1.200 trasplantes de corazón realizados hasta la fecha en diferentes países, 350 han sido practicados por éste equipo en un total de 315 pacientes, lo cual indica que muchos de ellos han sufrido ya dos y hasta tres trasplantes. En la actualidad sobreviven 115. En estos momentos, el equipo de Stanford desarrolla con éxito la técnica del trasplante simultáneo de corazón y pulmón. Hasu la fecha han realizado 22, con una supervivencia al año del 74%.
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