Historiadores y políticos recuerdan en Asturias la revolución de octubre

El cincuentenarlo de la revolución de octubre de 1934 ha congregado en Asturias, durante el pasado fin de semana, a historiadores, políticos y protagonistas de aquella insurrección armada contra el Gobierno republicano presidido por Alejandro Lerroux. Calificada por el hispanista norteamericano Gabriel Jackson como el último movimiento insurreccional utópico de la historia de la humanidad, la llamada Comuna Asturiana está siendo analizada desde el pasado 5 de octubre a través de una auténtica avalancha de conferencias y mesas redondas.

El programa más ambicioso ha sido organizado por la Fundación Barreiro, adscrita a la Federación Socialista Asturiana (PSOE). Con un presupuesto de casi cinco millones de pesetas, ha invitado a destacados historiadores (Gabriel Jackson, Pierre Broue, David Ruiz, Ramón Salas Larrazábal, Domingo Benavides, Javier Tusell, Paul Preston, Juan Pablo Fusi, Adrián Shubert), políticos e intelectuales (Fernando Claudín, Bernardo Díaz-Nosty, Luis Gómez Llorente, Eduardo de Guzmán, Faustino Miguelez, José Luis García Delgado, Ludolfo Paramio) y a protagonistas destacados de aquellos acontecimientos históricos (Ramón Álvarez Palomo, Juan Ambou, Alberto Fernández, Juan Antonio Cabezas, Amaro del Rosal, Purificación Tomás) para los debates programados este mes en nueve municipios asturianos.

Los actos con mayor expectación son aquellos en que participan protagonistas de la revolución, como el celebrado en El Entrego, convocado por los sindicatos UGT y CNT, entonces unidos en la llamada Alianza Obrera. En este mitin hablaron dos jóvenes líderes de la época: el anarquista Ramón Álvarez Palomo, que era secretario regional de la CNT, y Rafael Fernández, que en 1934 ocupaba la secretaría general de las Juventudes Socialistas de Asturias y estaba encarcelado por insultar al presidente de la República, Alcalá Zamora. Rafael Fernández, ex presidente del Gobierno del Principado de Asturias y ahora senador por el PSOE, manifestó en El Entrego su identificación con la lucha de 1934 y "con las aspiraciones de aquellos hombres que emprendieron la revolución, que hoy hay que buscar a través de la convivencia, el desarrollo de la democracia y la libertad".