Canciones goliardescas por el Clemencic Consort

No podía faltar, dentro del condensado cielo musical de la Edad Media, la presencia de la lírica goliardesca. Y han hecho muy bien los organizadores de la serie -coordinada por Ismael Fernández de la Cuesta- en acudir al Clemencic Consort para dar vida a los Carmina Burana.

El espíritu, algunos datos y la raíz de esta música y poesía fueron transmutados por Carl Orff en su célebre cantata. Los testimonios más significativos de lo goliardesco son las 250 canciones reunidas, a principios del siglo XIII, en el monasterio bávaro de Benediktbeuern, el Codex Buranus, con sus Carmina Burana, poemas de diversa índole que figuran en la rica colección.

En su vagabundear, ante las necesidades de subsistencia, para animar su fiestas y vicios, los goliardos llegaron a crear un fondo literario y musical que no se ciñe tan sólo a canciones y versos injuriosos o desvergonzados.

Con frecuencia, el valor concentrado, de un intelectualismo llano, de su lírica amorosa se resuelve en temas de extraordinaria belleza.

Por otra parte, dada su naturaleza, los Carmina suponen una invención sintética, recogen voces y ecos de lo sagrado y lo profano.

El celebérrimo grupo de René Clemencic dio de los Carmina Burana una versión de tan fuerte imaginación histórica, de tan impresionante vitalidad, de tanta representatividad en los diversos matices, en los estilos de cantar, en los solos e improvisados interludios instrumentales, que el impacto resulta inevitable y el éxito clamoroso. Si el New London Consort, en las Cantigas, pudo representar el extremo de la ortodoxia, el grupo austriaco apareció como el de la flexibilidad, la libertad y la fantasía.

Tuvimos el testimonio revivido de una determinada creación, culto / popular considerada en su entorno, mas significativo de lo que a primera vista pueda parecer. Se advertía en el modo de los cantores la huella de lo hebreo y lo islámico, junto a las filiaciones y deformaciones francogermanas.

En la primera parte, los músicos y cantores de Clemencic abordaron un grupo de ejemplos trovadores, muchos de ellos ligados a nuestra música, vía Cataluña y Provenza. Así, Marcabrú, Guiraut de Bornelh o Bernard Ventadour.