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La CIA reconoce que dos ocupantes del helicóptero abatido cuando atacaba una base sandinista eran norteamericanos

Dos de los ocupantes de un helicóptero derribado el sábado después de un ataque contra una instalación militar nicaragüense eran norteamericanos, según informó la Agencia Central de Inteligencia (CIA) al vicepresidente del comité del Senado para asuntos de espionaje, Daniel Moynihan, señala The New York Times. Ambos murieron al estrellarse el aparato contra el suelo. El Gobierno sandinista cree que un tercer hombre, que también murió, es igualmente norteamericano y que ello prueba la implicación de la CIA en la escalada militar contra el régimen de Managua. La CIA afirma que ninguno, de los hombres del helicóptero tenía relación con ella y que formaban parte de un grupo de mercenarios que recientemente partió desde Nueva Orleans hacia Honduras.

El ministro nicaragüense de Defensa, comandante Humberto Ortega, no va tan lejos como el rotativo neoyorquino, y declara que uno de los tripulantes del helicóptero derribado por la artillería sandinista el sábado puede ser de nacionalidad norteamericana. El cadáver de un hombre de unos 30 años, de piel blanca y cabello castaño, fue mostrado a los periodistas en un depósito de cadáveres de Managua. Entre los restos del aparato no se han encontrado documentos que faciliten su identificación.Tres aviones del tipo Push and Pull y un helicóptero OH-58 bombardearon el sábado con cohetes la Escuela Militar de Santa Clara, instalada a unos 30 kilómetros de la frontera con Honduras, causando la muerte de cuatro niños y heridas a tres adultos, según las autoridades de Managua. La artillería antiaérea logró derribar el helicóptero, que cayó a unos 100 metros de la escuela, mientras los aviones regresaban al espacio aéreo hondureño.

El comandante Ortega no vaciló en asegurar que este ataque confirma sus denuncias de que la CIA planea una escalada en la agresión militar contra Nicaragua durante este período preelectoral. Dijo también que los documentos hallados en el helicóptero demostraban que los aparatos procedían de los aeropuertos hondureños de Jamastran y El Aguacate (lo que también sostiene la CIA), recientemente habilitados por ingenieros del Ejército norteamericano.

Los tres tripulantes del helicóptero derribado fallecieron y dos de ellos quedaron calcinados e irreconocibles. El joven que sería mostrado luego a la Prensa consiguió saltar, al parecer, antes de que se estrellase el helicóptero. Su fotografía será distribuida a la Prensa norteamericana por si pudiera ser reconocido por sus familiares.

Como han hecho en otras ocasiones, las autoridades sandinistas tratan de demostrar a la opinión pública estadounidense que Ronald Reagan miente cuando asegura que ningún ciudadano de ese país está combatiendo en Nicaragua, a pesar de que su Gobierno financie la guerra que llevan a cabo los grupos contrarrevolucionarios.

Un portavoz de la Embajada de Estados Unidos en Managua manifestó que el Gobierno sandinista no se había puesto en contacto con la representación diplomática para identificar al presunto piloto norteamericano.

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Desmarcación

En cualquier caso, la CIA se ha desmarcado de lo ocurrido en el departamento fronterizo de Nueva Segovia, y ha hecho hincapié en sus revelaciones al senador Moynihan de que sus agentes tienen expresa prohibición de actuar en el interior de Nicaragua, informa The New York Times. La agencia, que comenzó a prestar en 1981 apoyo económico y logístico a los antisandinistas, sostiene que su política se limita a actuar desde fuera y que nunca ha participado en la contratación y en la dirección de mercenarios.Funcionarios de la agencia norteamericana confesaron al senador demócrata que no tenían muchos datos sobre los siete hombres que llegaron la semana pasada a Honduras desde Nueva Orleans. En el conflicto nicaragüense nunca ha quedado bien claro cuál es el papel que desempeñan los mercenarios, si bien fuentes de la CIA señalan que son contratados por los antisandinistas para reforzar a sus hombres, especialmente cuando hay que llevar a cabo operaciones militares muy delicadas.

Sin embargo, debido a los recortes presupuestarios y de hombres, la CIA ha recurrido a veces a autodenominados agentes contratados y empresas privadas, algunas formadas con la asistencia de la agencia, para llevar ayuda norteamericana a quienes combaten al régimen de Managua. El rotativo neoyorquino puntualiza que la CIA nunca ha definido con claridad la línea que separa a los individuos y organizaciones privadas con las que trabaja y los mercenarios.

El coordinador de la Junta nicaragüense de Gobierno, Daniel Ortega, candidato del Frente Sandinista a la presidencia en las elecciones del 4 de noviembre, informó ayer que el Gobierno nicaragüense presentó ante Washington una protesta formal por este ataque y otros que la CIA ejecuta desde Honduras. No obstante, reiteró que se mantendrán las conversaciones bilaterales iniciadas en el balneario mexicano de Manzanillo, a fin de normalizar las relaciones con Estados Unidos.

El ministro de Defensa, Humberto Ortega, se expresó en términos más duros en torno a este tema, al denunciar que Washington "trata de imponernos una negociación vergonzosa", ya que bajo la amenaza de una intervención militar directa pretende que se suicide la revolución nicaragüense.

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