Sanidad excluirá de la Seguridad Social las medicinas de "lujo y confort"

El Ministerio de Sanidad y Consumo prepara un decreto por el que se modifica parcialmente la prestación farmacéutica de la Seguridad Social y su procedimiento de evaluación y control. Entre otras cosas, se prevé excluir de la prestación farmacéutica los productos "de lujo y confort", es decir, los productos carentes de virtudes curativas propiamente dichas y de coste desproporcionado.En cambio, quedarían incluidas especialidades baratas, como alternativa para que la prescripción no se desvíe hacia otros grupos terapéuticos. Las empresas podrían seguir vendiendo estos productos, aunque no se incluyan en la prestación farmacéutica de la Seguridad Social.

Para adoptar esta medida se ha tenido en cuenta, además, que en muchas ocasiones los medicamentos más novedosos de estos grupos no dejan de suscitar dudas en cuanto a sus efectos secundarios. También se ha contemplado que una mayor modestia en las disponibilidades de estos productos permite encauzar los recursos así salvados hacia otra finalidad, perfeccionando la asistencia sanitaria y garantizando mejor la salud de los españoles, con arreglo a lo establecido por la Constitución.

Según fuentes de la Administración, el proyecto de decreto, que se encuentra justificado desde una óptica técnico-sanitaria, tiene plena justificación económica, ya que los actuales niveles de gasto farmacéutico de la Seguridad Social, estimados para 1983 en 199.000 millones de pesetas (a precios finales, por recetas y en hospitales), amparan sobradamente la adopción de medidas, que, sin menoscabo de la asistencia sanitaria, están orientadas a conseguir una mejor utilización de los escasos recursos públicos. El ahorro anual previsto con la nueva disposición, superará los 4.000 millones de pesetas.

Los pensionistas y las recetas

Por otra parte, según datos proporcionados por el departamento de Sanidad y Consumo, los pensionistas de la Seguridad Social consumen anualmente más de la mitad del gasto farmacéutico, exactamente el 63,27%, a pesar de ser menos que el total de los trabajadores en activo.Durante el periodo enero-mayo de 1984, el gasto farmacéutico se elevó en un 5% respecto al año anterior, a pesar de haber descendido el número de recetas en más de 18 millones de pesetas. Por comunidades autónomas, Andalucía sigue a la cabeza en el número de recetas dispensadas por la Seguridad Social, con 7.259.822 recetas, seguida de Cataluña, con 5.705.604, y la Comunidad Valenciana, con 4.055.138 recetas.