Bolívar, herencia política del M-19

El robo de la espada de Bolívar fue la primera acción ejecutada por el Movimiento Diecinueve de Abril (M- 19). Con ello proclamaban su afiliación política, sin reconocer más herencia que la del libertador. El grupo se constituyó formalmente el 19 de abril de 1970, y de esa fecha tomó su nombre. El detonante fue un supuesto fraude electoral que llevó a la presidencia al conservador Isael Pastrana, de acuerdo a la alternancia acordada con los liberales, en perjuicio del general Gustavo Rojas Pinilla, un ex dictador que ofrecía un perfil paralelo al de Perón en Argentina.Entre sus fundadores hubo diputados electos, Carlos Toledo Plata, de la Alianza Nacional Popular (Anapo), el partido de Rojas, algún guerrillero expulsado de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), como Iván Marino Ospina, que estaba en la cárcel, y por encima de todos, Jaime Bateman, un líder carismático, con enorme simpatía personal, imaginativo y brillante, mujeriego y bromista. Muerto en abril de 1983, en un accidente aéreo ocurrido en Panamá cuando estaba empeñado en negociar la paz, su recuerdo sigue intacto.El M-19 tuvo en la Universidad Nacional de Bogotá su semillero más fértil. Con unos planteamientos más reformistas que revolucionarios, ha logrado extensos apoyos en las clases medias urbanas. En su discurso no aparecen referencias de Marx, de quien hacen una lectura heterodoxa. Su nacionalismo les lleva a identificar en el Pentágono y las multinacionales norteamericanas a sus principales enemigos. Democracia y justicia social serían los otros ejes de su programa.

La acción más espectacular de estos 14 años de guerrilla, primero urbana y luego rural, fue el asalto a la Embajada de la República Dominicana, donde por espacio de dos meses retuvieron a una veintena de diplomáticos, antes de que el presidente Turbay les habilitase un avión para viajar a Cuba.

Fuentes militares calculan que cuenta en la actualidad con unos 3.500 combatientes, aunque varios cientos más, que el viernes se paseaban por Corinto con sus rostros cubiertos, se dedican a la lucha de masas. La línea de mando está encabezada, según su orden jerárquico, por Iván Marino Ospina, Alvaro Fayad, Carlos Pizarro, Antonio Navarro Wolf y Gustavo Arias Londoño.