Carlos Romero destaca la relevancia de las últimas medidas de ayuda a la agricultura

Las medidas y planes de fomento de la agricultura y la ganadería aprobadas el pasado miércoles en Consejo de Ministros "constituyen el más importante paquete de medidas agrarias aprobados en los últimos años", según afirmó ayer el ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, Carlos Romero, en una conferencia de prensa dada ayer en Madrid. En dicho Consejo de Ministros fue aprobado el plan de seguros agrarios para 1985, el plan de fomento del cultivo del maíz y el programa nacional de fomento de la ganadería extensiva, así como otras medidas relacionadas con el cultivo del arroz y actuaciones del Instituto de Reforma y Desarrollo Agrario (Iryda) en diversas provincias españolas.El plan de seguros agrarios comtempla, según explicó Romero, 22 líneas de seguros para los distintos cultivos y aumenta en un 25% el volumen de recursos destinados por la Administración para subvencionar el pago de., las primas por parte de los agricultores,

pasando de 6.600 millones de pesetas en 1984 a 8.289 para el próximo año. "Este incremento de las subvenciones responde al interés del Gobierno", afirmó Romero, "por potenciar los suguros agrarios combinados, haciéndose cargo, como media geberal, del 48,26% del coste total de las pólizas, que para 1985 supondrá una cantidad de 17.175 millones de pesetas".

Cuatro nuevas líneas

El titular de Agricultura señaló, según informa Europa Press; que como novedades el plan introducirá cuatro nuevas líneas de seguros de pedrisco en lúpulo, de helada viento en avellana, integral de leguminosas grano secano e integral de cebolla en la isla de Lanzarote.

Por último, el plan de seguros para 1985 incluye un presupuesto de 110 millones de pesetas para garantizar campañas de divulgación entre los agricultores y ganaderos "para seguir concienciándoles de la necesidad de seguro".

En cuanto al plan de fomento del cultivo del maíz, su objetivo es, según Romero, "el de reducir el déficit en el suministro de cereales destinados para la ganaderia, sobre la base de aumentar la superficie de maíz nacional". El plan pretende reducir la dependencia exterior de las importaciones de grano en aquellas zonas con más posibilidades para su cultivo y potenciando al mismo tiempo los campos de ensayo y las agrupaciones para tratamientos integrados de agricultura. Así, incluye ayudas para las transformaciones en regadío, con subvenciones que podrán llegar hasta el 20% de la inversión necesaria, siempre que el agricultor se comprometa a destinar al menos un 30% de la superficie transformada o mejorada al cultivo del maíz durante un periodo de cinco años.

El ministro declaró que el programa nacional de fomento de la ganadería extensiva afecta fundamentalmente a las ganaderías de ovino, caprino, vacuno y cerdo ibérico, fomentando el desarrollo de razas autóctonas con mayor capacidad para el aprovechamiento de los recursos naturales. El programa presta atención también al apoyo de entidades asociativas para explotaciones en común y a los agricultores más jóvenes, y concreta en una sola disposición todo el conjunto de medidas hasta ahora dispersas.

"Este programa se plantea", dijo Romero, "como elemento imprescindible para potenciar el valor alimenticio de los recursos forrajeros y pretenses".