Fidel Castro, dispuesto al diálogo con EE UU para evitar los riesgos de guerra

El máximo dirigente cubano, Fidel Castro, manifestó el pasado jueves, en un discurso conmemorativo del 31º aniversario del histórico asalto de los guerrilleros revolucionarios al cuartel Moncada, pronunciado ante 100.000 personas en la ciudad de Cienfuegos, que está dispuesto a dialogar con Estados Unidos para aliviar tensiones y evitar el riesgo de guerra en Centroamérica y el Caribe, a la vez que a seguro que Cuba está perfectamente preparada para hacer frente a una eventual agresión exterior. A este respecto reveló que hay en la isla 1.200.000 hombres "organizados, entrenados y armados" y que actualmente 18.000 hombres y 3.500 máquinas preparan el terreno para la defensa y construyen fortificaciones y refugios.

A la alocución, de más de tres horas de duración, asistió la plana mayor dirigente, representantes del cuerpo diplomático e invitados especiales, entre los que destacaba el ministro del Interior nicaragüense, Tomás Borge.Castro se mostró dispuesto a conversar con Estados Unidos sobre cuestiones de inmigración, con seriedad, madurez, valentía y el sentido de responsabilidad que caracteriza a nuestra revoiución". Unos primeros contactos sobre esta cuestión -y concretamente sobre el eventual regreso a Cuba de numerosos supuestos drogadictos y delincuentes comunes que abandonaron la isla en 1980 en la operación conocida como puente de Mariel- fracasaron recientemente en Nueva York.

Al referirse a la visita a Cuba del reverendo Jesse Jackson, Castro dijo que "trajo un mensaje de paz en representación de algunos sectores del pueblo norteamericano, y nosotros somos sensibles a este tipo de gestos". Con ocasión de la visita del entonces candidato, presidencial demócrata, Cuba liberó a 49 prisioneros y personas de nacionalidad cubana y norteamericana que hasta entonces no podían abandonar la isla.

Fidel Castro aseguró en su discurso ante la multitud en Cienfuegos que su Gobierno no reagateará ningún esfuerzo que pueda contribuir a aliviar la tensión en la zona y disminuir el peligro de guerra. "No tenemos temor ni a conversar ni a discutir", dijo el jefe del Estado cubano antes de reclamar a" la Administración norteamericana "el cese de su política insensata".

No obstante, Castro, dijo que, "por la fuerza nadie conseguirá jamás, nada de nuestro país", para después revelar que dispone de 1.200.000 milicianos "organizados, entrenados y armados", además de las fuerzás armadas regulares y de sus reservas Añadió que 18.000 hombres y 3.500 máquinas preparan ahora el terreno para la defensa y construyen fortificaciones y refugios. "Nuestro territorio ha sido estudiado y, cada municipio y provincia conoce su tarea frente a cada una de las variantes de agresión", afirmó, a la vez prometía que Cuba sólo librará una guerra si le viene impuesta desde fuera.

El líder cubano mostró su agradecimiento al bloque socialista, y en especial a la Unión Soviética. "Esos vínculos no se romperán jamás", aseguró, "no sólo por una cuestión de principios y de elemental gratitud, sino también porque han sido fundamentales para nuestro desarrollo actual y serán decisivos para el desarrollo futuro".

Por otra parte, Castro precisó que el Partido Comunista Cubano cuenta con 1.070.000 miembros, de los cuales 588.000 son jóvenes, y que 2.066.000 personas están afiliadas a la Central de Trabajadores, 2.692.000 a la Federación de Mujeres, 6.100.000 a los cómites de defensa de la revolución, 201.000 a la Asociación de Agricultores y 1.889.000 a las organizaciones de jóvenes pioneros.