El 'hombre de Orce' y la 'escuela de Madrid'

Con motivo de la polémica suscitada en tomo al fósil del denominado hombre de Orce, la autora de este trabajo puntualiza aquí sobre las relaciones concretas que con dicha investigación han llevado los científicos pertenecientes a la escuela de Madrid, indicando quiénes pertenecen y cuáles son los grupos de dicha escuela y su situación en todo este asunto, a su juicio bastante marginal.

En relación con las noticias publicadas en la Prensa los últimos días a propósito del hombre de Orce, y en vista de las alusiones a paleontólogos y geólogos de Madrid, denominada por la misma escuela de Madrid, quiero hacer las siguientes puntualizaciones.En Madrid existen hoy numerosos paleontólogos y equipos pluridisciplinares dedicados al estudio de la paleontología de vertebrados repartidos en distintas instituciones, trabajando en proyectos de interés nacional e internacional. Y sería de desear que en los medios internacionales pudiese hablarse de escuela española. De todos modos, en el resto de mi escrito, para no variar, me referiré a la llamada escuela de Madrid, en los mismos términos que he interpretado de mi lectura de la Prensa..

Hay que reconocer que todo este conjunto de paleontólogos tiene un nexo en común, que reside en haber sido formados por el profesor doctor Emiliano de Aguirre y Enríquez, paleontólogo de reconocida talla internacional. Concretamente, estos grupos son:

1. Universidad Complutense de Madrid: doctor E. Aguirre y N. López Martínez y colaboradores.

2. Instituto de Geología del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC): doctora M. T. Alberdi y colaboradores, entre los que se encuentran el doctor M. Hoyos (vicedirector del instituto) y el doctor A. Ruiz Bustos, expresamente aludidos en la Prensa (véase EL PAIS de 15 de mayo de 1984).

3. Universidad Autónoma de Madrid: doctor J. L. Sanz y colaboradores.

4. Museo Nacional de Ciencias Naturales: doctor B. Sanchiz.

Me consta que ningún investigador de este conjunto (escuela de Madrid) ha tenido acceso al fósil en cuestión, conociéndolo sólo por la Prensa y por el artículo publicado en la revista Arqueología (número 29, de agosto pasado), y, en consecuencia, no hemos emitido opinión de ningún tipo sobre el mismo.

Programación del CSIC

El equipo del Instituto de Geología del CSIC está interesado en la cuenca de Guadix-Baza desde hace tiempo, y elaboró un proyecto (dirigido por la firmante de esta nota), en colaboración con otros grupos e instituciones, en septiembre de 1982, que fue aprobado por la comisión científica del CSIC en marzo de 1983 y está prevista su inclusión en la programación del Centro Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) para el trienio 1985-1987 (como se puede observar, las fechas son anteriores a la presentación en sociedad del hombre de Orce). Dada la problemática, amplitud y numerosos afloramientos fosilíferos en la zona, estos proyectos no se interfieren entre sí, e incluso es recomendable que varios equipos de investigadores afronten la zona para esclarecer lo mejor posible la complejidad de la misma.

Aparte del Instituto de Geología del CSIC, en este proyecto intervienen los departamentos de Paleontología y Geomorfología de la Universidad Complutense de Madrid; el departamento de Estratigrafía de la Universidad de Salamanca; el Laboratorio de Geología Nucleare de la Universidad de Pisa; los doctores A. Ruiz Bustos y J. A. Peña Ruano, catedráticos de IB, que llevan trabajando en la zona desde el año 1971, donde han realizado sus respectivas tesis doctorales (en el yacimiento de Cullar de Baza, el primero, y sobre la geología y estratigrafía de la cuenca de Guadix-Baza, el segundo). También se encuentra en él la doctora A. V. Mazo, del CSIC, inicialmente destinada en el departamento de Paleontología de la Universidad de Granada, y que desde 1982 ha tenido permiso de excavación en el yacimiento de Huéscar, cercano a la localidad del hombre de Orce, pero con otra problemática, y en la turbera del Padul... Sin olvidar que el doctor E. Aguirre, que también forma parte del proyecto, inició los trabajos paleontológicos en la zona ya en los cincuenta.

Invitados

En base a este interés por nuestra parte y al hecho de que el congreso de Granada versaba sobre un fósil motivaron que la Junta de Andalucía invitara a varios miembros de la llamada escuela de Madrid a dicha reunión, en la cual, y siguiendo las normas establecidas por los organizadores, teníamos prevista la presentación de comunicaciones científicas sobre la zona y su problemática.

Por todo lo expuesto quiero dejar constancia de que la llamada escuela de Madrid está al margen de cualquier hecho fuera de las puntualizaciones aquí señaladas.