Un gran descubrimiento presentado sin reservas
El 11 de junio de 1983, el salón de actos de la Diputación Provincial de Granada era el escenario de la presentación pública del hombre de Orce, de un millón y medio de años. El pequeño pedazo de un cráneo de homínido se convirtió en el mayor descubrimiento paleontológico, con repercusiones internacionales, al ser uno de los fósiles humanos más antiguos de cuantos se conocen en Europa y Asia, lo que significaba una revolución en el estudio de la especie humana.El hallazgo fue presentado sin reservas, tras siete meses de estudios en torno a un fragmento de cráneo de 8,4 centímetros de superficie, un parietal y parte de los interparietales de un homínido "subadulto de 17 años" evolucionado, cuya edad está comprendida entre 900.000 y 1.600.000 años. El resto fue extraído en el verano de 1982 en la localidad granadina de Orce. Las investigaciones estuvieron a cargo de Josep Gibert, Jordi Agustí y Salvador Moyá, del Institut de Paleontología de Sabadell.
A partir de este momento se sigue la pista de este fragmento de hueso de cráneo fosilizado, cuya cara interior está recubierta de una gruesa capa de magma calcáreo depositado a lo largo de milenios, y adquiere una resonancia científica y popular. Con objeto de asegurar los estudios de los yacimientos de la comarca de Guadix-Baza, donde se encuentran las excavaciones de Venta Micena, un poblado de Orce, la Junta de Andalucía y la Diputación de Barcelona firmaron el mismo día de las explicaciones sobre el hallazgo un convenio de colaboración paleontológica y paleoantropológica, que fue calificado como "un ejemplo a seguir".
El hombre de Orce fue presentado como el homínido euroasiático más antiguo, con una edad comprendida entre 900.000 y 1.600.000 años. Hasta ese momento, en España, los restos humanos más antiguos y completos eran los de Atapuerca (Burgos), con una edad aproximada de 300.000 años. Otros restos de edad similar, como el parietal de la Cova Negra (Xátiva), la mandíbula de Banyolas (Gerona) o el húmero de Tossal de la Font (Castellón), eran Homo erectus evolucionados. En Europa, los hallazgos más antiguos se situaban en La Pineta (Italia), con un diente humano de 700.000 años, o la mandíbula de Mauer (República Federal de Alemania), de 600.000 años. En Asia, los restos de Trinil, en la isla de Java, están próximos a los 900.000 años.
Carrera de elogios
Investigadores y políticos llenaron de elogios al hombre de Orce, sin que faltara la intranquilidad sobre el destino final del hallazgo, con una clara respuesta cultural y turística, cuando los restos fueron trasladados el 27 de junio al Instituto de Paleontología de Sabadell para su estudio definitivo.El director del Institut de Paleontologia de Sabadell, Miquel Crusafont, relacionaba la importancia del hallazgo de Venta Micena con el origen del hombre en Eurasia. "Su estudio por parte de los palentólogos del equipo de Sabadell puede proporcionar la respuesta sobre cuáles fueron los primeros pasos en el desarrollo en Europa. Esperemos que este descubrimiento sea un nuevo acicate para las actividades paleontológicas en España, por encima del exclusivismo y excesivo personalismo con que a veces se ha llevado este tipo de temas".
Como "uno de los más importantes hallazgos de los últimos años" fue la opinión de Eduardo Ripoll, director del Museo Arqueológico Nacional, que elogió la manera en que los científicos retrasaron la noticia hasta estudiar a fondo el descubrimiento. "Ahora les toca a otros científicos estudiar los datos más a fondo todavía y relacionarlos con otros conocimientos y descubrimientos".
En opinión de Pascual Rivas, profesor de Paleontología de la Universidad de Granada, "este hueso puede no aportar grandes cosas desde el punto de vista de evolución. No es el primer hombre ni -el eslabón perdido. Lo que sí tiene importancia es fijar una fecha mucho más temprana para la presencia del hombre en Europa".
En el ámbito internacional mostraron su admiración, entre otras personalidades, Pierre Mein, de la Universidad de Lyon, y Peter Andrews, del Museo Británico.
En la misma fecha del descubrimiento, Rafael Román, entonces consejero de Cultura de la Junta de Andalucía, declaró que era "un gran orgullo para Andalucía ser el escenario de un descubrimiento tan importante. La Junta ha proporcionado el marco político para que los científicos puedan continuar su labor". También afirmó que los restos de Orce se quedarían en la provincia de Granada.
En este mismo sentido se firmó un documento entre el investigador Josep Gibert y Francisco Ramírez, representante de la Junta de Andalucía, sobre el regreso de los restos a Orce cuando el pasado 27 de junio llegaban al Instituto de Paleontología de Sabadell, mientras una copia exacta de los mismos ocupaba una sala del castillo de las Siete Torres, en Orce, donde tuvieron la primera exposición pública.
Babelia
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