Los tesoros del Museo de América no han sido nunca íntegramente mostrados al público

Los importantes tesoros artísticos que alberga el Museo de América podrían no ser exhibidos al público durante la conmemoración del V Centenario del Descubrimiento de América, en 1992, debido a los últimos cambios decididos sobre el proyecto de reforma del edificio del museo, situado en la avenida de los Reyes Católicos, 6.

El último proyecto, firmado por el arquitecto Pérez de Armiñán y aprobado en diciembre de 1983, ha sido sustituido a última hora por una adaptación al diseño inicial, realizado en el año 1941 por los arquitectos Moya y Feduchi, y que supone una reducción de 4.000 metros cuadrados del espacio dedicado a exposición.La decisión de la Dirección General de Bellas Artes, que ocupa Manuel Fernández Miranda, ha sorprendido negativamente entre los responsables inmediatos del museo, ya que, además de considerar un gasto inútil los 20 millones de pesetas que Pérez de Armiñán ha recibido por un proyecto que ya no va a realizar, el diseño conventual que se quiere recuperar para esta institución "es contrario a las necesidades de las salas de exposición", según su director Manuel González Navarrete.

Los argumentos que Fernández Miranda dice haber considerado para este cambio de opinión son, básicamente, de carácter económico. Por un lado, afirma que el nuevo proyecto supone un coste de 200 millones, frente a los 625 del de Pérez de Armiñán. En cuanto a los 20 millones pagados a este último, Fernández Miranda considera que no ha sido un gasto inútil, ya que su proyecto va a ser readaptado al diseño original de Luis Moya, sin que éste, de 94 años, perciba ninguna cantidad por la utilización de su idea.

Historia con tropiezos

Mientras tanto, las importantes colecciones que alberga este museo permanecen almacenadas en la parte superior del edificio, sustraídas a la contemplación del público. Inaugurado en este mismo edificio en 1965, las mencionadas colecciones solamente han podido ser parcialmente contempladas. Según estimaciones de críticos expertos, el museo posee una representación del tesoro de los Kimbayas, cuya valoración artística es incluso superior a las piezas que se exhiben en el Museo del Oro de Bogotá.La colección de cerámica precolombina que pertenece al Museo está considerada también como la más importante del mundo. Semejante apreciación merece la colección de 90 enconchados (pinturas realizadas sobre conchas de nácar pulidas), de los que sólo se han podido exhibir piezas aisladas.

Un cuarto grupo de piezas de particular importancia lo constituye la colección de 600 figuras de cera, con las que se reproducen todos los tipos y personajes típicos de la etapa colonial.

La primera idea de crear un museo sobre la historia y costumbres de América procede del cardenal Cisneros. Posteriormente, se crean gabinetes científicos, donde se van acumulando los objetos procedentes de las expediciones a América. El paso definitivo no se materializa hasta 1941 se planifica el edificio para que sea un convento (proyecto de Moya y Feduchi). En 1965 se inauguró el museo en el marco de este edificio.