Recuerdo del boticario

La Comunidad Autónoma de Castilla-La Mancha y el Ayuntamiento de Almonacid de Zorita, pueblo alcarreño de poco más de 1.000 habitantes, situado al pie de la primera central nuclear instalada en España, la de José Cabrera, han rendido multitudinario homenaje a un boticario que regentó la farmacia de la villa entre los meses de marzo a septiembre de 1920.El boticario se llamaba Felipe Camino Galicia, y en Almonacid enterró sus apellidos, naciendo León Felipe, "un nuevo poeta que publicara muy en breve Versos y oraciones del caminante, su libro inicial", según escribía Gerardo Diego en la revista España, en diciembre de 1919.

León llegó a Almonacid a cubrir una vacante de regente de farmacia. Estuvo poco tiempo, hasta que Julián Fernández, hijo del titular de la botica, acabó la carrera. Con motivo de cumplirse el centenario del nacimiento del poeta, una placa, descubierta por el presidente del Gobierno autónomo de Castilla-La Mancha, José Bono, en la fachada de la vieja farmacia, recuerda su paso por Almonacid.

Los más viejos del lugar no recuerdan a aquel boticario de los años veinte, y cuya memoria concitó la presencia en el pueblo de las más altas autoridades de la región y la provincia. Los jóvenes sí saben que era el poeta León Felipe, e incluso pusieron su nombre a la asociación cultural del pueblo, en los tiempos en que sus versos más comprometidos se leían en recitales seíniclandestinos, en palabras de José Bono.

En Almonacid, León Felipe estuvo de posada y de prestado, cantan sus versos, pero en este pueblo de la Alcarria nació el poeta, recordó a sus vecinos el poeta Leopoldo de Luis, y escribió su primer libro. Aquí Felipe Camino hizo un alto en su vida turbulenta -apuntó De Luis en el acto de homenaje- y aprendió a mirar el mundo a través de una ventana, en cuyos cristales se quedaba pegada una niña, de nombre desconocido, que fue la primigenia musa del poeta.

El alcalde de la villa, Olegario García, agradeció la asistencia de las autoridades, rehusó plantearles los problemas del municipio, y sólo pidió que la farmacia que en su día regentara León Felipe, todavía en servicio, no perdiese su titularidad.