_
_
_
_

Alegato de Goytisolo contra las culturas nacionales en el Encuentro de Escritores del Mediterráneo

El escritor Juan Goytisolo, intervino ayer en Valencia, durante el acto inaugural del II Encuentro de Escritores del Mediterráneo, con un duro alegato contra lo estrecho de las culturas nacionales o regionales y decididamente favorable al mestizaje cultural. "La cultura hoy", precisó el escritor, "no puede ser puramente española, francesa o italiana, ni tan sólo europea, sino meteca, bastarda, enriquecida con aportes de otras civilizaciones que, como la que se extiende al otro lado del Mediterráneo, son de algún modo parte de la nuestra".

Durante el acto de apertura del II Encuentro de Escritores del Mediterráneo intervino el conseller de Cultura de la Generalitat valenciana, el socialista Cipriá Ciscar, al parecer algo molesto por las alusiones antiautonomistas de Juan Goytisolo, para señalar que el pueblo valenciano, con sus dos lenguas oficiales, está, abierto a las diferentes culturas mediterráneas.El alcalde de Valencia, Ricard Pérez Casado, insistió en su postura de no mediatizar la cultura sino propiciar que los que la construyen debatan en libertad. En cuanto al escritor francés Didier Coste, hizo profesión voluntaria de mediterraneidad e indicó que el mar Mediterráneo ha sido el crisol de la clasicidad.

Juan Goytisolo comenzó aludiendo a "una novela mía, publicada fuera de España en 1966 y autorizada acá 10 años más tarde", para referirse a la labor investigadora de la identidad de su protagonista, Álvaro Mendiola, que en ella plasmaba. Tanto él "como su creador distaban mucho de pensar que esta labor de exhumación minuciosa llegaría a convertirse algún día en pasatiempo nacional".

"La busca de las hoy tristemente célebres señas de identidad que planteaba la novela tenía en verdad muy poco que ver con la que en la actualidad, a escala estatal, nacional o autonómica, de partidos políticos o agrupaciones cantonales, ha convertido a la nueva España democrática en una especie de club cuya finalidad primordial consiste en la contemplación amorosa por parte de cada uno de sus miembros de su propia, singular e irreductible identidad".

"Ya no es la España tradicional esa madrastra contra cuya correosa, amarga autoridad y obsesivo poder de gravitación se afirmara en la huida el protagonista de la novela, sino un coro de patrias menores pero estridentes las que nos hablan de la pureza de lo catalán, cántabro o euskera, de las esencias menorquinas o gallegas, de las señas de identidad cartageneras o riojanas; ¿por qué no del condado de Treviño, el Rincón de Ademuz o la baja Navarra?".

Para Goytisolo, "la vieja y tenaz propensión nuestra a interrogamos sobre lo que es España, a permanecer absortos en el examen arrobado o doloroso de la supuesta españolidad, produjo, como sabemos, una implacable sucesión de podas, supresiones y descartes de cuanto no era genuinamente hispano -lo musulmán, judío, luterano, afrancesado y un largo etcétera-, que desarbolaron la rica y compleja cultura medieval y renacentista, arramblaron con elementos supuestamente foráneos y nos transformaron en los felices propietarios de un vasto y castizo erial".

Es este mismo afán, "místico, aseverativo, excluyente, enamorado de lo propio y enemigo de lo ajeno", el que hoy "prolifera en el mosaico de naciones, nacionalidades, entes autonómicos y provincias que cubren el suelo peninsular". Por ello el escritor dijo que "quienes creíamos que la liquidación de la dictadura centralista llevaría consigo la de sus agresivas, feroces y opresoras identidades y esencias hemos visto con desconsuelo reaparecer éstas, a escala reducida y a veces minúscula, pero con su mismo afán posesivo, intolerante y autosatisfecho".

"El cariño único, ensimismado y defensivo a lo nuestro -llámese español, francés, árabe, catalán, euskera, gallego o corso- y el consiguiente desapego a lo ajeno no sólo empequeñecen el campo de visión y curiosidad humanos de un pueblo o comunidad, sino que falsean y anulan su propio conocimiento".

Para el escritor, el mejor ejemplo de lo fructífero del mestizaje cultural son los escritores árabes o turcos presentes en el encuentro, ya que prueban, "cada uno a su manera, que sus señas de identidad son abiertas, mestizas, bastardas, fecundadas por ósmosis y trasvases, enriquecidas por su pillaje voraz de múltiples y variados territorios culturales".

Toda la cultura que va contigo te espera aquí.
Suscríbete

Babelia

Las novedades literarias analizadas por los mejores críticos en nuestro boletín semanal
RECÍBELO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_