Clodomiro Almeyda: "Las Fuerzas Armadas tienen un papel en la transición democrática de Chile"
Clodomiro Almeyda, de 61 años, alto dirigente del Partido Socialista chileno y ex ministro de Trabajo (a los 28 años) y de Asuntos Exteriores durante el mandato de Salvador Allende, aseguró el lunes en Madrid a este diario que "las Fuerzas Armadas chilenas tendrán un papel y serán corresponsables de la transición democrática de Chile en la medida en que participen en ella y no la obstaculicen".Almeyda, que asistió en Barcelona a un acto político de solidaridad de organizaciones democráticas españolas hacia la oposición antidictatorial chilena, reconoció que la participación de las Fuerzas Armadas de su país en la transición democrática "es una cuestión posible aunque difícil, sobre todo porque Augusto Pinochet se ha encargado de alejar del mando militar a los elementos menos afines a él".
Agregó sin embargo que si no se produce el gesto castrense hacia la democracia, "las Fuerzas Armadas se verán obligadas a retirarse a los cuarteles y dejar todo el poder a los civiles" o bien a abandonarse en manos de los sectores duros, "que únicamente podrían imponerse sobre el pueblo a base de un enfrentamiento social que resultaría muy cruel".
"No es un problema de poder de fuego, ya que este poder las Fuerzas Armadas lo tendrían", puntualizó Almeyda, "es una cuestión política y de racionalidad, ya que saben que no pueden gobernar sólo sobre la violencia. Son cuerpos muy institucionales, pero no son robots, y tienen suficientemente claro que una matanza podría desalojarlos definitivamente del poder, como sucedió en el Teherán del sha y en la Atenas de los coroneles".
Por la unidad
Para el líder socialista chileno, lo más nuevo de los recientes acontecimientos políticos en Chile es "la incorporación masiva del pueblo a la lucha contra la dictadura", que, a su juicio, ha encontrado su expresión en la creación del Movimiento Democrático Popular, MDP, formado por el sector socialista que él encabeza, el Partido Comunista, el Mapu Obrero y Campesino y otras organizaciones de la izquierda marxista. El MDP está presidido por su hermano Manuel Almeyda, encarcelado recientemente y sobre el que pesa una condena a ocho años de prisión. "Mi hermano está cumpliendo un papel decisivo en la unidad democrática", afirma con orgullo."La Alianza Democrática, que hegemoniza la Democracia Cristiana, cometió dos errores graves", dice Almeyda; "el primero, excluir a la izquierda marxista, y el segundo, tener un carácter muy propio de las superestructuras políticas, que se materializaba en una crisis de conducción política. Hoy, sin embargo", subraya el ex ministro chileno, "la realidad se ha encargado de superar estos errores, y existe en la practica una unidad de acción por la que vamos a seguir trabajando".
Para el dirigente socialista, la propuesta de Rodolfo Seguel, sugerida por la Iglesia católica, de formar una Comisión de Reconciliación Nacional, "es expresión del pensamiento conjunto de la Alianza Democrática, del Movimiento Democrático Popular y del Comando Nacional del Trabajo, que coinciden en el deseo de lograr un acuerdo para hallar el modo de llegar a la democracia sacando (echando) a Pinochet".
Según el dirigente socialista, "existe el riesgo de que algunos sectores de AD acepten el diálogo que seguramente va a proponer Pinochet a algunos segmentos políticos", pero asegura que la Democracia Cristiana, uno de cuyos sectores podría avenirse al diálogo, "desea por encima de todo la unidad interna".
Almeyda considera que el gran reto se va a plantear el próximo dia 14, con la anunciada huelga nacional y "que el cuadro político general que Chile presenta es de una extraordinaria movilidad popular. Estados Unidos teme que si no hay cambios controlados desde el poder, el poder sea cambiado desde abajo, y esto le inquieta sobremanera. Por eso buscaron un deshielo a la brasileña. Ya han averiguado que una transición con Pinochet no tiene sentido".
