La primavera de Barcelona florece con fotografías

Los soldados franceses en las trincheras de Verdun, los cuerpos mitificados de las estrellas de cine, los combates de mayo de 1937 en medio de la revolución catalana, la reparación del submarino Narciso Monturiol en los muelles barceloneses ... o el abstracto contorno de un fragmento de cuerpo negro abrazado a un cuerpo blanco, la orgía de colores y formas de un retrato expresionista, la condición humana al desnudo en las figuras de un pescador hindú y su hijo.... Son fotografías, imágenes de instantes que ya no existen, que, en muchos casos, son por lo menos tan evocadoras como informativas. Fotografías que congelan para la posteridad los contornos visibles de lo temporal y configuran, siquiera inconscientemente, la memoria colectiva de este siglo.Esa materia tangible y, a pesar de ello evocadora de mundos inmateriales que son las fotografías es la substancia de las manifestaciones culturales que transcurrirán durante los próximos tres meses en Barcelona y otras ciudades de Cataluña bajo el título globalizador de Primavera Fotográfica 1984. Este conjunto de unas 70 exposiciones, en las que se podrán ver obras de muchos de los más grandes fotógrafos de todos los tiempos, es la segunda edición de la primera Primavera Fotográfica organizada por el entusiasmo de algunos profesionales del medio en 1982. El éxito de esa primera edición estimuló a la Generalitat de Cataluña a buscar la cooperación de otras muchas instituciones públicas y privadas para aumentar muy considerablemente la importancia de la muestra. Los objetivos de la comisión ejecutiva de la Primavera Fotográfica -compuesto por Joan Fontcuberta, Marta Gil¡, Josep Rigol, Pere Roca, Albert Soler y Cristina Zelich, con el asesoramiento de una comisión consultiva integrada por fotógrafos profesionales de distintas procedencias- fueron desde el principio "acostumbrar al público a ver las exposiciones de fotografia como las de cualquier obra plástica y promocionar dentro de lo posible la labor de las galerías que han estado exponiendo fotografía", en palabras de uno de los integrantes de la comisión.

Diversidad de propuestas

Las exposiciones de la Primavera Fotográfica de Barcelona tienen su sede en tres tipos distintos de locales: galerías de arte privadas, tanto las que solían presentar fotografía como otras, habitualmente especializadas en plástica pictórica; instituciones culturales no estrictamente vinculadas ni a la fotografía ni a las artes plásticas, como determinadas asociaciones culturales de Reus o Tarragona, o los institutos de cultura francés, norteamericano y británico en Barcelona y, por último, los museos y centros de exposiciones pertenecientes a la Generalitat, la Diputación Provincial de Barcelona los ayuntamientos o instituciones bancarias.

El mecanismo de elección de los locales de exposición y de las obras que integrarán la Primavera Fotográfica se realizó a partir de una convocatoria para que galeristas y fotógrafos realizaran propuestas de exposiciones, que fueron estudiadas por la comisión consultiva. "El 95% del contenido de la muestra salió de esta convocatoria", según un miembro de la comisión.

La participación de la fotografía actual en esta segunda edición de la Primavera Fotográfica es más bien escasa, y en cambio predomina la fotografía histórica. Es también importante la presencia de fotógrafos extranjeros. Las causas de estas peculiaridades hay que buscarlas en que la espectacularidad de exposiciones como la antológica de Cartier-Bresson (organizada por el Ayuntamiento de Barcelona) ha primado sobre la actualidad. En el caso de las galerías, según el director de una sala barcelonesa con gran tradición fotográfica, "se ha optado por fotógrafos relativamente antiguos porque son valores más seguros (y en las exposiciones también se vende), porque su obra suele estar mejor catalogada y porque la edición de series de fotos comporta menos problemas. Hay que pensar que la edición comercial de fotografías -numeradas y con las demás garantías- no es fenómeno corriente en España, por lo menos en el caso de los fotógrafos jóvenes".

Las 'exposiciones-cumbre'

El énfasis didáctico. Y un tanto historicista en las exposiciones programadas no obedece a criterios previos, sino que ha venido dado por las circunstancias y las propuestas de los expositores. Pese a que el nivel general de lo ya inaugurado es excelente, la Primavera Fotográfica tiene algunas cumbres de enorme importancia, como la exposición Fotógrafos retratistas de Hollywood 1921-1941, inaugurada el 1 de marzo en el Instituto Norteamericano de Barcelona. Otra exposición altamente destacable -aunque también polémica- ya inaugurada es la del expresionista norteamericano Lucas Samaras, abierta desde el 6 de marzo en el Foment de les Arts Decoratives (FAD) de Barcelona.

El 14 de marzo, la Sala Arcs de la Fundación Caixa de Pensions presentará una exposición de fotografías de Barcelona en los años veinte realizadas por Wolfgang Weber para su libro Barcelona, una capital mundial en formación, de 1928. Weber fue colaborador de Man Ray y su fascinación con la Barcelona turbulenta de finales de los veinte coincidió con un punto álgido en su carrera. La fotografía como patrimonio histórico hallará su expresión en la exposición que se inaugura el 16 de marzo en la sala de exposiciones de la Caja de Ahorros de Guipúzcoa. Esta muestra procede del Centro Pompidou de París y es una colección de fotografías de los archivos históricos nacionales franceses. El 22 de marzo, la Fundación Joan Miró presenta una muestra de la fotografía futurista italiana entre 1911 y 1939. Una de las exposiciones más interesantes y actuales de la Primavera será la de Fotografía Mediterránea, que se inaugurará el 4 de abril en la Centro Cultural de la Fundación Caixa de Pensions. El mismo día, en el Palau Meca, el Ayuntamiento de Barcelona presenta la antológica de Henri Cartier-Bresson.

Muestra descentralizada

Una de las mayores dificultades que la Primavera Fotográfica plantea a los visitantes es el gran número de exposiciones, así como la notable calidad media de las mismas. Por ello, junto a las grandes exposiciones de la muestra, es imprescindible citar algunas, altamente interesantes, que en algunos casos están fuera de Barcelona con el fin de descentralizar la muestra. Así, desde el 2 de marzo se exponen en el Museo de Arte Moderno de Tarragona sendas muestras de la obra de los hermanos Eguiguren y del austriaco Manfred Willmann. También en Tarragona, la galería Fórum presenta la obra de Eikoh Kohoe, un fotógrafo japonés cuyos originales alcanzan una elevada cotización comercial. En Gerona, en el antiguo convento de la Merced se presenta -a partir del 23 de marzo- una muestra colectiva de Cien años de fotografía en Gerona. En el Espai Roca de Sabadell, Isidre Manils presenta su trabajo de investigación sobre polaroid llamado Acoblaments (Acoplamientos). Nuevamente en Barcelona, la galería Eude presentará a partir del 5 de abril la Colección Formiguera, una muestra de obras de grandes fotógrafos catalanes y extranjeros, propiedad particular.

Desde el 16 de febrero está abierta en la Sala Arcs de Barcelona la exposición del documentalista catalán Leopold Gil i Llompart, un ejemplo del noucentisme fotográfico llevado a la fotografía industrial y cotidiana. Otra de las llegadas tempranas a esta primavera de la fotografía catalana es la exposición de oficios artesanales de Barcelona, de Marta Povo, abierta desde el 2 de febrero en la Sala Caixa de Barcelona.