Las autoridades sanitarias investigan el destino de gambas tóxicas importadas de Taiwan

Las autoridades sanitarias y de Comercio Interior, estatales y municipales, están investigando el paradero de una partida de gambas de marca Jaili Brand, importadas de Taiwan por la empresa norteamericana Johnson Food, que contienen la misma bacteria que hace algunas semanas causó la muerte a 12 personas en Holanda. El laboratorio municipal de Madrid descubrió el jueves, el germen shigella flexneri en un paquete de colas de gambas congeladas, peladas y crudas, de la misma marca, que había sido entrado para su análisis por un particular. Según algunos comerciantes minoristas, probablemente entraron miles de cajas de este tipo de gambas en el mercado español con ocasión de la campaña navideña. Mercamadrid afirma que no ha comercializado gambas de dicha marca.

Como medida precautoria, el laboratorio municipal de Madrid había iniciado el análisis de las gambas marca Shrimps, también de Taiwan, que se encuentran en estos momentos a punto de ser distribuidas en varios mercados de la capital de España. Pruebas bacteriológicas previas de estas últimas, sin embargo, han arrojado resultados de normalidad.A pesar del llamamiento que han hecho las autoridades municipales madrileñas para que las personas que tengan gambas marca Jaili las entreguen al laboratorio para su análisis, tan sólo ha aparecido otro caso -una señora- que dice haber comprado y consumido parte de esas gambas, de acuerdo con las informaciones de los responsables del laboratorio municipal.

No se conoce hasta ahora en España ningún caso de fallecimiento o intoxicación por ingestión de este tipo de gambas. Esto se debe posbilemente, según fuentes sanitarias oficiales, a que en este país las gambas se han consumido cocidas, fritas o a la plancha, y de esa manera se han eliminado las bacterias.

Una compradora residente en Madrid llevó al laboratorio municipal de esta ciudad, el pasado 24 de enero, un paquete de gambas de kilo, marca Jaili, que había adquirido en una pescadería del mercado de Príncipe de Vergara, en el distrito de Charnartín, días antes de Nochevieja, y que guardó en el congelador de su frigorífico. Según testimonio personal, una amiga suyade Suiza le preguntó si tenía gambas congeladas de la marca citada, porque la televisión de aquel país había alertado, sobre su peligrosidad, tras conocerse los fallecimientos producidos en los Países Bajos.

Investigación global

Tras un estudio bacteriológico de las gambas procedentes de Taiwan, en el que se comprobó la existencia de la bacteria shigella, los responsables sanitarios y de consumo del Ayuntamiento de Madrid iniciaron una investigación en todos los mercados de la capital.A pesar de que el dueño de la pescadería del mercado de Príncipe de Vergara ha negado a los inspectores del Ayuntamiento que él vendiera ese producto, y a pesar de que no se han encontrado, salvo otro caso, más muesras de las gambas Jaili, los responsables de sanidad del ayuntamiento madrileño pusieron el caso en conocimiento de las autoridades sanitarias y de comercio interior de la Administración del Estado, con el fin de que tomaran otras medidas para des cubrir la red de distribución y de consumo de este tipo de gambas.

Hasta el momento, los organismos estatales responsables afirman no haber detectado ninguna partida de esta marca de gambas. El ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación ha informado, según recoge Europa Press, que no han entrado en España partidas de gambas procedentes de Taiwan. Sin embargo, existen ya en el mercado de Madrid, o preparadas para ser distribuidas desde Mercamadrid, partidas de este crustáceo procedentes del país asiático, si bien de la marca Shrimps. Estas gambas son distribuídas y comercializadas en Madrid por una empresa de La Coruña.

Ya desde el día 19 del pasado mes de enero, el Ministerio de Sanidad había adoptado una posición de alerta ante la importación de gambas y gambones procedentes del sudeste asiático, según informa el propio ministerio. Estos productos son vigilados especialmente a raíz de la advertencia que hizo la Organización Mundial de la Salud (OMS) tras los fallecimientos que se registraron en la zona de Utrecht, en Holanda.