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La Administración central tiene abandonada la conservación de las ruinas de Itálica

El decreto de transferencias, detenido en el Consejo de Ministros

El decreto de transferencias a Andalucía del patrimonio histórico artístico, fruto de un acuerdo entre los responsables de Cultura de las administraciones central y autonómica, Javier Solana y Rafael Román fue rechazado en un Consejo de Ministros. El conflicto sobo el patrimonio, andaluz ha renacido tras el robo de uno de los más importantes mosaico de Itálica, que ha puesto de relieve la pésima gestión del citado monumento, aún en manos de la Administración central.

Javier Solana Rafael Román y habían llegado (véase EL PAIS de ayer) a un acuerdo de redacción del decreto que resolvía con una fórmula ambigua, el de batido preblema de quién es el propietario de la Alhambra y de más grandes monumentos de Andalucía, si el Estado o la Junta. El problema quedaba obvia do con un a redacción hábil de los decretos de transferencias, y ,la solución fue del agrado también del ministro de Administración Territorial, Tomás de la Quadra. Sin embargo, el texto salió rebotado en el Consejo de Ministros.Fuentes próximas al presidente de la Junta estiman que el rechazo del texto obedecería al deseo de Alfonso Guerra de especificar en los citados decreto que la Alhambra y otros monumentos andaluces "de importancia universal" son propiedad del Estado. Tal precisión reabriría la polémica que los responsables de Cultura del Gobierno y de la Junta habían conseguido salvar, y tendría como explicación el antiguo recelo de Alfonso Guerra hacia Rafael Escuredo, hombre con una conflictiva ejecutoria en el partido y que ha realizado declaraciones fuertes a lo largo del año en relación con este tema.

Escuredo calla

El robo de Itálica ha puesto de relieve tal cúmulo de disparates en lo que se refiere al mantenimiento del conjunto que sorprende que Escuredo no haya aprovechado aún la ocasión para hacer una declaración pública de denuncia a esa negativa del Gobierno central a transferir las competencias en patrimonio histórico-artístico. Si la Administración central ha tenido una reacción de temor ante el hecho, reflejada por la sorprendente aparición del subdirector general de Arqueología eh los periódicos para tratar de restar importancia al robo, la Junta no ha reaccionado. El silencio de Escuredo podría reflejar, según distintos observadores, un momento de inseguridad política en el presidente de la Junta, que siempre ha demostrado imaginación y valentía en sus apariciones públicas en los momentos en que la ocasión le ha sido propicia.La situación de Itálica en la actualidad es sencillamentecreíble. El ladrón podía conducir su coche hasta la misma Casa de los Pájaros, en la que se encontraba el mosaico. Itálica carece de vigilante nocturno que patrulla de noche las 62 hectáreas ya excavadas del monumento; sólo hay un vigilante nocturno, cuya obligación es vigilar el museo. Está además registrada como explotación agrícola. Manifiestamente mejorable, por supuesto.

Cultura paga las excavaciones, cuya directora, Pilar León, que, dicho sea de paso, descarta radicalmente que el número de teselas originales del mosaico robado baje del 95%, es catedrática en Córdoba, recibe escasos fondos y busca ratos libres para ir a las excavaciones.

El Museo de Itálica depende del Museo Arqueológico de Sevilla, lo que hace que sean tres las partes en gestión. La zona más antigua e interesante de la ciudad está bajo el pueblo de Santiponce, de unos 4.000 habitantes, y los intentos para expropiar y trasladar a sus vecinos han fracasado por fallos de gestión. El cementerio del pueblo está sobre la calle principal, el cardo máximo, de la nova urbs, y la carretera que lleva desde el pueblo hasta el cementerio, que fue la utilizada por el ladrón, pasa sobre el foro de la ciudad nueva.

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