La OTAN considera 'ambigua' la actitud adoptada por la URSS en Ginebra

La decisión soviética de suspender sine die las negociaciones de Ginebra sobre los euromisiles no han sorprendido en la OTAN, donde medios oficiosos la calificaron de "ruptura ambigua destinada a salvar la cara". Pero, en general, se estima que los soviéticos volverán a la mesa de negociaciones, allá por febrero, sobre una base negociadora más facil, pues "antes no podían santificar el despliegue occidental, pero ahora, ante los hechos consumados, se les quita un peso de encima", manifestó una fuente atlántica.Por su parte, el Consejo Atlántico, en su habitual reunión semanal de embajadores, "deploró" la decisión "injustificada" de los soviéticos y espera que "toda suspensión será temporal".

No hay pues sorpresa. De hecho, según fuentes atlánticas, el pasado sábado, en una sesión de negociación, el jefe de la delegación soviética, Yuli Kvitsinsky, se levantó de repente, marchándose de la sala dando un portazo, en el pleno sentido del término y afirmando que "todo ha terminado". Cuando se dirigía hacia el ascensor, un miembro del equipo de Paul Nitze, el negociador norteamericano, tuvo que sujetar al soviético, que finalmente se serenó, volviendo a la mesa para fijar la siguiente fecha de reunión.

El nerviosismo de Kvitsinsky se debía a la fría actitud de Nitze ante la supuesta última propuesta soviética de reducir en 572 cabezas los SS-20 instalados en la URSS europea, si EE UU renunciaba a desplegar los 572 inisiles de crucero y Pershing 2. Kvitsinsky llegó incluso a atribuir ciertos razonamientos a NitÍe que éste habría expresado un año antes. Nitze los negó.

Con la llegada de los primeros misiles de crucero al Reino Unido, las últimas semanas en Ginebra fueron agitadas. Pero la utilización de la modalidad de suspensión o la interrupción de esta negociaciones permite, ahora, a la URSS el volver a ellas, se estima en medios atlánticos.

La Unión Soviética ha intentado por todos los medios evitar el despliegue de los euromisiles norteamericanos. No lo ha conseguido, y esto hace un acuerdo más plausible ahora, ya que con el despliegue occidental en marcha se podrán negociar cifras y combinaciones concretas, sin que la URSS disponga del monopolio de estas armas.

Se espera que la URSS haga algo, ya sea desplegando otros misiles o desplazando los nuevos de más corto alcance hacia el Occidente. En este sentido, 1984 será el aflo de "los" despliegues.

Algunos europeos abogan por una fusión de estas negociaciones sobre los euromisiles'con las START (Conversaciones para la Reducción de Armas Estratégicas). Pero EE UU se resiste a dar este paso.