Las pérdidas por excedente de alcohol superan los 50.000 millones de pesetas
El Gobierno socialista heredó 300 millones de litros de alcohol comprados por el Forppa (Fondo de Regulación de Precios de Productos Agrarios) a precio muy superior al del mercado internacional y almacenados por el Senpa (Servicio Nacional de Productos Agrarios) en depósitos de su propiedad o en otros alquilados.La venta rápida y total de estos excedentes de alcohol produciría unas pérdida superiores a los 50.000 millones de pesetas. Pero si se retrasa su exportación, los costes financieros y de almacenamiento aumentarán las pérdidas.
El sistema de protección al alcohol vínico y la sobreabundancia del mismo, provocada por una fuerte subida de su precio de garantía (el 77% en dos campañas, 1978-79 y 1979-80) han potenciado últimamente su tráfico clandestino, con perjuicio para el Tesoro y alto riesgo para la salud de los españoles.
El excedente de alcohol acumulado y almacenado por el Senpa en los últimos cuatro años llegó a la cifra récord de 293 millones de litros en enero de 1983. El coste de adquisición por el Forppa fue de unos 43.200 millones de pesetas, lo que sumado a unos gastos de inantenimiento, financieros, de seguros,y de mermas de 21.000 mIllones de pesetas, sitúa la cifra de coste total del excedente de alcohol próxima a los 64.200 millones de pesetas.
Exportar con pérdidas
Si se vende pronto, como intenta hacer ahora el Forppa, las pérdidas mínimas superarán los 50.000 millones de pesetas, ya que el coste del litro de alcohol es de 170 pesetas (precio de garantía más otros gastos) y el de exportación al mercado internacional es de 20 a 25 pesetas por litro.En los últimos cinco meses, el nuevo equipo directivo del Forppa ha conseguido exportar, en un mercado destrozado por el cártel internacional, cerca de 110 millones de litros. Quedan, por tanto, unos 183 millones de litros almacenados, precintados y vigilados, pero suceptibles de ser desviados clandestinamente del uso industrial al consumo humano o de arruinar las arcas del Tesoro.
El Forppa está obligado habitualmente a comprar alcohol, siempre que la producción nacional supere los 30 millones de hectolitros. Desde 1979, fecha en que comienza anotarse el efecto Lamo de Espinosa -por la subida de precios de garantía del 50,8% autorizada por el entonces ministro de Agricultura en el año anterior-, el Forppa tuvo que comprar 28,9 millones de hectolitros de vino, lo que equivale a 340 millones de litros de alcohol.
Los viticultores, animados por un precio alto, plantaron viñas a pesar de la prohibición de hacerlo. Tres años después, lo que tarda una cepa en producir uva, aquellas viñas nos trajeron estos alcoholes.
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