"Me fui con el puño cerrado y vuelvo con la mano abierta"

27 de abril de 1977. Han pasado 38 años desde que Rafael Alberti abandonara España. Su vuelta se vio acompañada de una expectación inusitada: "Me fui con el puño cerrado y vuelvo con la mano abierta".Alberti nació el 16 de diciembre de 1902 en El Puerto de Santa María, provincia de Cádiz, en el seno de una familia de la alta burguesía provinciana venida a menos. Estudió hasta cuarto de bachiller en el colegio de San Luis Gonzaga, de padres jesuitas. "A los internos, los chicos de dinero, les ponían uniformes azules con gorras y pantalones que llevaban galones de oro. Los externos no teníamos uniforme, íbamos vestidos como nos daba la gana, en vez de diplomas de pergamino nos daban unos de cartón".

En 1917, con la interrupción de sus estudios de bachillerato y el traslado de su familia a Madrid, Alberti cree descubrir su vocación -la pintura- y será 1921 -el año de los inicios de su otra vocación, la literaria.

Una incipiente tuberculosis le obliga a recluirse en la sierra de Guadarrama. Y empieza a escribir versos más en serio. Poco a poco el poeta va formando lo que sería su primer libro, Marinero en tierra, y a tener sus primeros amigos literarios y artísticos: Dámaso Alonso, Vázquez Díaz, Pedro Garfias, García Lorca, Dalí, Buñuel, etcétera. Por incitación de Claudio de la Torre decide presentar en 1925 su libro Mar y tierra -primer nombre de Marinero en tierra- al Premio Nacional de Literatura. Gana el premio. Es el principio de la consagración. Más tarde ha obtenido el Premio Lenin de la Paz, el Premio Nacional de Teatro y el Premio Pedro Salinas de Humanidades,entre otros galardones.

A partir de la proclamación de la II República, la vida y la obra de Rafael Alberti toman una dimensión pública nueva. Alberti es el más conocido de los intelectuales revolucionarios. En fecha no precisada, pero posiblemente situada entre 1931 y 1932, empieza a gravitar en tomo al movimiento comunista.

Un fantasma recorre Europa, Al volver y empezar, En forma de cuento, S. 0. S, La lucha por la tierra, son algunos de sus poemas de agitación, fruto de su actividad durante la guerra civil española.

Alberti, con su esposa, María Teresa León, desarrolla una inportantísima labor cultural en las filas republicanas. Director del Museo de Arte Romántico, realiza una ejemplar labor de conservación de los monumentos artísticos, salvando todo lo posible de inestimables tesoros que estaban expuestos a la destrucción militar. Sobre esta labor escribiría en 1956 la obra de teatro Noche de guerra en el museo del Prado que, en 1978, se estrenaría en España en el teatro María Guerrero de Madrid.

También durante la guerra civil fue corresponsable, junto con María Teresa León, José Bergamín, Rafael Dieste, Lorenzo Varela, Antonio Luna, Arturo Souto y Vicente Salas Viu de El mono azul, una de las más vivas, de las más animadas publicaciones periodísticas del bando republicano.

El poeta y María Teresa inician su exilio en un avión que les llevó a Orán, entonces colonia francesa. De allí parten para parís, donde la pareja trabaja en Radio París Mondiale como locutores y de la que serán cesados por presión política. Viven en una casa con Pablo Neruda y Delia del Carril.

Allí inicia Alberti la redacción de su libro de memorias La arboleda perdida, y de los libros de versos Vida bilingüe de un refugiado español en Francia y Entre el clavel y la espada.

El 10 de febrero de 1940, el matrimonio Alberti embarca en Marsella y, después de una travesía de pesadilla, en un mar infestado de submarinos, llega a Buenos Aires, donde son excelentemente recibidos en los medios culturales. En 1963, Rafael Alberti decide volver a Europa. Y elige Italia, un país con un partido comunista que es el segundo en importancia y que hegemoniza la vida intelectual italiana.

El 27 de abril de 1977, un avión de Alitalia dejaba en tierra española al poeta junto -a su esposa, María Teresa León, y su hija, Aitana, nacida en el exilio argentino. En la salida del aeropuerto de Barajas le esperaban más de 500 militantes y simpatizantes del PCE. Mes y medio más tarde" el 15 de junio, Alberti es elegido diputado por Cádiz, en las primeras elecciones generales democráticas celebradas desde las de febrero de 1936, que dieron el triunfo al Frente Popular. Su presencia en el Congreso de Diputados tenía una evidente carga simbólica ya que, a los tres meses de su elección, el poeta dimitió: "Yo soy un poeta civil. Tengo vocación política, pero no soy un profesional de la política".