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La estabilidad política en España y la protección de patentes preocupan a los inversores de EE UU

Pilar Bonet

La "incertidumbre sobre la estabilidad política a largo plazo" y la "ausencia de protección para las patentes" son dos de los factores capaces de despertar las reticencias de los empresarios norteamericanos a la hora de invertir en España, en opinión de Richard Lesher, presidente de la Cámara de Comercio de EE UU, la mayor federación empresarial del mundo, que agrupa más de 200.000 compañías y un millar de organizaciones comercieles y profesionales. Richard Lesher, antiguo asesor de la NASA (Administración Nacional para la Aeronáutica y el Espacio) en los tiempos en que el hombre pisó la luna por primera vez, visita actualmente España en el marco de una gira europea que incluye Grecia e Irlanda.

"Estimular la libre circulación comercial y la inversión" y "debatir sobre las formas de eliminar las barreras proteccionistas" son, entre otros, los objetivos de la visita de Lesher. El presidente de la Cámara de Comercio Americana, entidad que posee representación en casi 50 países, se ha entrevistado, a su paso por Barcelona y Madrid, con empresarios y miembros de la Administración autonómica y central Alfredo Molinas, presidente del Fomento del Trabajo Nacional, y Carlos Ferrer Salat, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE), han sido algunos de sus interlocutores."Nos han preguntado por qué la inversión no es mayor y más rápida", dice Lesher, refiriéndose a sus conversaciones con los ejecutivos españoles. "Creo que en la actualidad hay aquí buenas condiciones para invertir, como son la buena mano de obra y la proximidad del mercado europeo, pero también hay cierta incertidumbre sobre la estabilidad política a largo plazo. El tema de la estabilidad actúa como una descarga eléctrica para los inversores, los cuales, por definición, están dispuestos a correr riesgos de mercado pero se muestran preocupados sobre los riesgos políticos. Cualquier asomo de nacionalización o cosas de este tipo puede trastornar el flujo de inversiones por un tiempo".

"La preocupación por la falta de protección de las patentes es especialmente importante en industrias como la farmacéutica o de tecnología avanzada, donde se invierte mucho dinero en investigación y desarrollo antes de sacar el producto al mercado".

El déficit crónico desfavorable a España en la balanza con EE UU ha sido uno de los temas tratados por el presidente de la Cámara de Comercio norteamericana. Lesher cree que el problema puede resolverse si la "reactivación económica se consolida" y "disminuyen las tendencias proteccionistas, de tal modo que se imponga la llamada economía de la ventaja comparativa, con lo cual los países y las empresas que puedan lograr mayor productividad a menor costo dominarán los inercados". Para Lesher no cabe duda de que la recuperación en EE UU ha comenzado ya y "continuará a lo largo de todo el año que viene", arrastrando tras sí a otros países industrializados occidentales.

"Nuestra mayor preocupación actualmente son los excesivos gastos de los Gobiernos, que, tanto si se realizan con dinero procedente de los impuestos o con préstamos, frenan el crecimiento en el sector privado. Éste es nuestro gran reto, porque si no controlamos el gasto todas nuestras economías continuarán experimentando elevados niveles de inflación". Lesher se opone enérgicamente a un aumento de los impuestos para sufragar el déficit del presupuesto norteamericano, ya que "si aumentasen los impuestos la actividad económica decaería, con lo cual disminuirían los ingresos del Gobierno y aumentarían sus gastos, porque aumentaría el desempleo. Para reducir el déficit hay que controlar el gasto. Desde el inicio del mandato de Reagan nuestros gastos han aumentado sustancialmente, y no sólo en el capítulo militar sino también en programas sociales con cláusulas de ajuste automático vinculadas a la inflación". Lesher es favorable a que los programas sociales, ya recortados por la Administración Reagan, se sometan a nuevos recortes, ya que "los gastos se han multiplicado varias veces desde hace 10 años".

"Los altos tipos de interés han frenado el crecimiento"

Según las últimas estadísticas, más de 10 millones de personas, el equivalente al 9,3% de la población activa, estaban sin trabajo en EE UU el pasado septiembre. Lesher cree, sin embargo, que el subsidio de desempleo encubre "un fraude muy extendido. Hay gente que gana más en el paro que trabajando, y por eso no tiene ninguna prisa por encontrar otro empleo. Hay parejas que se turnan en el desempleo, y además está apareciendo una economía subterránea que supone un fenómeno nuevo, sin precedentes en EE UU. Tenemos un montón de gente que recibe subsidio de desempleo y trabaja a la vez. Nuestro sistema de desempleo fue introducido en los años treinta y en un principio cubría seis semanas, pero se fue ampliando, y ahora es un juego".Según Lesher, "las altas tasas de interés en EE UU y el fortalecimiento del dólar han atraído capitales hacia aquel lado del Atlántico, pero han frenado el crecimiento económico, porque los consumidores tenían miedo a endeudarse para comprar". Con todo, "la comunidad empresarial tiene una gran confianza en Ronald Reagan, y si éste gana las elecciones con una mayoría holgada podrá tener rnayor apoyo conservador en el Senado y en la Cámara de Representantes y controlar más el presupuesto. Era intención de Reagan controlar el gasto, pero no ha encontrado suficiente apoyo en la Cámara de Representantes".

En los últimos años los sindicatos norteamericanos han puesto más énfasis en el mantenimiento del empleo que en el incremento salarial. En ocasiones los trabajadores han aceptado incluso recortes salmiales. Éste ha sido el caso en la siderurgia americana, donde el sindicato de metalúrgicos aceptó, este año, una reducción de 1,25 dólares (cerca de 200 pesetas) por hora trabajada y convino en sacrificar parte de las vacaciones.

"En las industrias donde se apunta recuperación", dice Lesher, "parece que los sindicatos van a pedir incrementos de sueldo sustanciales. Los obreros del sector automovilístico hicieron concesiones los dos últimos años, particularmente en la Chrysler, pero ahora no creo que vayan a ser tan generosos. En otros sectores, sin embargo, tales como las líneas aéreas, se ha pedido al personal que, acepte congelación de salarios e incluso reducciones". El presidente de la Cámara de Comercio norteamericana cree que algimos salarios estadounidenses resultan "fenomenales para los promedios europeos", y cita como ejemplo a "los carniceros especializados, cuyo salario medio inicial es de 30.000 dólares (más de 4,5 millones de pesetas), y los dependientes de supermercado, cuyo sueldo es de 24.000 dólares (más de 3,6 millones de pesetas) de promedio. Hay que relacionar estos sueldos con los promedios en el país. El sueldo medio de los casi 60 millones de americanos que tienen empleo oscila entre los 13.000 y 14.000 dólares anuales (unos dos millones de pesetas)".El movimiento sindical en EEUU está "en decadencia", según Lesher. Los sindicatos alcanzaron el máximo número de afiliados hace 8 o 10 años. Ahora sólo crecen en el sector público, donde se piensa que los sueldos no crecen con la misma rapidez que en el sector privado, y donde, en algunos casos, no había habido una tradición sindical".

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Sobre la firma

Pilar Bonet
Es periodista y analista. Durante 34 años fue corresponsal de EL PAÍS en la URSS, Rusia y espacio postsoviético.

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