La armonización de los sistemas educativos es uno de los proyectos del Encuentro Iberoamericano de Fundaciones

La defensa de la lengua que une a los países iberoamericanos, la armonización de los sistemas educativos, las ayudas al estudio y la investigación a través de becas, el patronazgo de exposiciones y todo tipo de manifestaciones culturales y el fomento de la investigación científica y tecnológica son algunos de los puntos más destacados de las conclusiones finales elaboradas por el Encuentro Iberoamericano de Fundaciones que se inició el día 7 en Santillana de Mar y concluyó ayer en Madrid.

La convocatoria de este primer Encuentro Iberoamericano de Fundaciones partió del Instituto de Cooperación Iberoamericana y de la Fundación Santillana. Auspiciado por el Centro de Fundaciones de España, han participado 20 fundaciones procedentes de 10 países (Argentina, Brasil, Colombia, Chile, España, México, Perú, Portugal, República Dominicana y Venezuela).Carlos Lleras Restrepo, ex presidente de Colombia, que actuó como presidente en el encuentro, resumió en el acto de clausura los objetivos de la reuniones "en razón de que el V Centenario del Descubrimiento es una buena ocasión para que el acontecimiento no quede sólo en una serie de actos conmemorativos; había que aprovecharlo para organizar un proceso de realizaciones y clarificar el papel que puede ejercer la iniciativa privada".Para el vicepresidente de la Fundación Santillana, Ricardo Diez Hochleitner, "el espíritu que nos ha animado es el de crear el reencuentro, el redescubrimiento mutuo". Tras cuatro días de estudio, los participantes han elaborado unas pocas pero ambiciosas conclusiones finales.

Luis Yáñez, presidente del Instituto de Cooperación Iberoamericana, donde tuvo lugar el acto de clausura, resaltó la importancia de este encuentro, en el que por primera vez se intenta coordinar la iniciativa pública con la privada en materia de cultura. Jesús de Polanco, presidente de la Fundación Santillana, manifestó por su parte su optimismo ante la actitud del Rey y su idea primera, que era la de que las instituciones pongan "su grano de arena en la medida que se sigan las pautas oficiales".