El despliegue de misiles soviéticos S S-21 en Siria aumenta el riesgo de conflagración internacional en Oriente Próximo

La instalación en Siria de misiles soviéticos SS-21 (tierra-tierra) capaces de alcanzar objetivos en Líbano, Israel y en el mar Mediterráneo, donde patrulla la VI Flota estadounidense, aumenta la tensión en Líbano y el peligro de una conflagración internacional en Oriente Próximo. El cargamento de nuevos misiles soviéticos ha zarpado de puertos de laURSS y se dirige rumbo a Siria, según informaron fuentes de la Administración norteamericana en Washington, citadas por el diario Washington Post. Mientras tanto, el presidente sirio, Hafez el Assad, criticaba duramente a Estados Unidos al tiempo que elogiaba a la Unión Soviética.

Fuentes de los servicios de inteligencia norteamericanos declararon, a su vez, al New York Times haber detectado señales de que la URSS se estaba preparando para enviar a Siria los misiles SS-21, que pueden transportar cabezas nucleares o explosivos de gran intensidad. Según las fuentes, no existen indicios de que la URSS trate de introducir armamento nuclear en Siria. Se cree más bien que los misiles, cuyo alcance es de unos 120 kilómetros, van equipados con explosivos convencionales y serán instalados al noreste de Damasco.Con el despliegue de nuevos misiles en Siria, la URSS ha iniciado una escalada armamentista para neutralizar otra eventual participación norteamericana en Líbano, donde el alto el fuego es violado intermitentemente y puede romperse en cualquier momento, señalaron a Efe fuentes diplomáticas en Damasco. Según el Washington Post, Siria puede usar las armas para presionar a EE UU e Israel con objeto de lograr mayores concesiones en cualquier acuerdo negociado sobre el futuro de Líbano. Si la URSS mandase armas nucleares a Oriente Próximo, incluso bajo control soviético, EE UU estaría "gravemente preocupado", manifestó un ayudante del secretario de Estado norteamericano George Schultz, para quien la presencia de otro sistema de armamento sofisticado en Siria aumentará, probablemente, la tensión en la zona.

Presencia soviética en Siria

Los misiles S S-21, uno de los últimos modelos en su género, son, según datos facilitados por el Departamento de Defensa estadounidense, una versión perfeccionada de los misiles tierra-tierra Frog 7, y han sido instalados recientemente, por primera vez fuera de la URSS, en la RDA.

Los SS-21 son transportados en vehículos de seis ruedas capaces de funcionar como dispositivos de lanzamiento.

Siria, ligada a la URSS por un tratado de amistad, tiene en la actualidad misiles soviéticos Scud y Frog y recibió a principios de este año de la URSS misiles antiaéreos de largo alcance SAM-5, que están estacionados en dos bases, una junto a Damasco y la otra en Siria central, informa Efe desde Beirut. Estos efectivos bélicos están controlados por técnicos soviéticos, cuyo número en el país oscila entre 5.000 y 6.000. La URSS ha sustituido además todo el armamento sirio destruido el año pasado durante los combates en el valle de la Bekaa y ha dotado a Damasco de un sistema completo de defensa antiaérea. Al mismo tiempo, Moscú ha aumentado su control sobre los arsenales del Ejército de Siria, en previsión de posibles acciones precipitadas.

Paralelamente al anuncio del despliegue de los misiles soviéticos, el presidente sirio, Hafez el Assad, criticaba el jueves la intervención norteamericana en Líbano en un discurso pronunciado en la academia militar de Homs, al norte de Siria, con ocasión del décimo aniversario de la guerra contra Israel, en 1973. En lo que se interpreta como una justificación de la importación de misiles soviéticos, El Assad calificó de "inaceptable" la llegada de la VI Flota norteamericana para "respaldar la invasión israelí de Líbano", informó Efe. "Estamos contra vosotros, americanos, y seguiremos estándolo, hasta que cambiéis vuestra postura intransigente, pues hemos decidido defendemos hasta la victoria" dijo El Assad, quien acusó a EE UU y a sus aliados de la OTAN de "amenazamos", "invadir parte de nuestra tierra", preparar una "invasión de mayor alcance", "bombardeamos", "interferir en nuestros asuntos internos y desear el pleno control de los asuntos internos árabes". En cambio, la URSS y sus aliados son, en opinión de El Assad, "amigos" de los pueblos árabes. Mientras tanto, la situación se complicaba ayer en Líbano. En el Sur, se corría peligro de bloqueo, ya que los expertos militares israelíes pretendían reforzar las medidas de seguridad en los puestos de control situados sobre la línea defensiva del río Awali. En el Norte, el enfrentamiento abierto sirio-palestino parecía inminente y la situación era calificada de "extremadamente peligrosa" por fuentes palestinas citadas por la agencia France Presse en Túnez.

Según estas fuentes, Siria ha desplazado dos brigadas blindadas, unidades de paracaidistas y baterías de artillería, así como carros pesados con objeto de estrechar el cerco alrededor de Yasir Arafat, líder de la Organización para la Liberación de Palestina. Por otra parte, el coronel palestino Abu Musa, que se declaró en rebeldía contra Yasir Arafat, desmentía con su presencia en Baalbek (Líbano) los rumores sobre su ejecución a manos de los sirios, difundidos por la emisora La Voz del Líbano (falangista). Musa manifestó que la rebelión contra Arafat en el seno de la OLP se resolverá en los próximos días.