Moscú insiste en que la propuesta de Reagan sobre euromisiles no es nueva ni flexible
Pravda publicaba ayer la primera explicación pormenorizada sobre por qué Moscú rechaza la última oferta de¡ presidente norteamericano, Ronald Reagan, sobre desarme en Europa. Después de que Yuri Andropov mostrara duramente su desacuerdo la pasada semana, el principal diario soviético -en un lenguaje quizá más moderado- negaba nuevamente que las propuestas de Reagan fueran "flexibles y nuevas", e insistía en la tesis de que la Casa Blanca dirige exclusivamente sus ofrecimientos "de cara a la galería".El diario Pravda presentaba las razones del Kremlin en torno a tres puntos, quizá demasiado especializados para constituir una bomba propagandística y escasamente detallados como para conocer al dedillo qué es lo que la delegación soviética ofrece con exactitud en Ginebra a cambio de las ofertas de Reagan.
El primer punto calificaba de "absurdo" el llamado "planteamiento global", que proponía llegar a un equilibrio de cohetes de alcance medio entre ambas potencias a nivel mundial, y no sólo europeo. Pravda afirmaba que "los cohetes de alcance medio desplegados en las regiones orientales de la URSS carecen de cualquier relación con Europa" y que "existen razones especiales" para su despliegue en estas regiones.
En segundo lugar, el principal y más oficial de los diarios de la URSS agregaba que era "vaga" la oferta de Reagan de alterar la proporción prevista de cohetes Pershing 2, que es el mi temido de, los dos tipos de euromisiles, por su mucha mayor rapidez a la hora de alcanzar el blanco.
Por último, se rechazaba también la propuesta del presidente norteamericano, que, por vez primera, incluía la posibilidad de negociar en Ginebra -dentro del debate de los euromisiles- los aviones de bombardeo capaces de transportar armas nucleares. Pravda rechazaba esta propuesta por una doble razón: porque la Casa Blanca exigía la previa conformidad del Kremlin con los puntos de vista de Washington en materia de cohetes nucleares; y, además, porque la fórmula propuesta por Reagan dejaría en las solas manos de éste la posibilidad de escoger qué, bombarderos debían de ser objeto de reducción.
Según todos los indicios, la polémica sobre armas de alcance medio en Europa sigue estando muy lejos de una solución. Además, la espera de las nuevas iniciativas de la Casa Blanca para las conversaciones START sobre armas estratégicas -que también tienen lugar en Ginebra- no parecía tampoco que llenara de impaciencia al Kremlin. Al contrario que las discusiones sobre armas de alcance medio en Europa, las START tienen menor contenido político y mayor densidad técnica.
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