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Una carrera hacia el abismo

Soledad Gallego-Díaz

A principios de la década de los setenta, Estados Unidos contaba con algo menos de 5.000 cabezas nucleares estratégicas. Seis años más tarde, el total había aumentado hasta más de 8.000. La precisión o margen de error, había pasado desde 610 metros hasta menos de 21. Por parte soviética, la progresión es aún más espectacular desde unas 3.000 cabezas, a principios de los setenta, hasta más de 7.000 a fines de 1980. Sin embargo, el número de misiles lanzadores, sobre todo los instalados en tierra, no sólo no ha crecido, sino que ha disminuido.Según los datos proporcionados por el Balance militar 83-84, Estados Unidos tiene hoy día menos ICBM, menos SLBM y menos bombarderos de largo alcance que en 1973, mientras que la URSS ha incrementado su número, salvo en el caso de los primeros.

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En cuanto a los misiles intercontinentales instalados en submarinos, Estados Unidos ha pasado desde 656, en 1973, hasta 568 este año, mientras que la Unión Soviética pasaba desde 628 hasta 980. Estados Unidos concretó su esfuerzo en los bombarderos de largo radio de acción, mejorándolos, aunque no aumentándolos: 397 en 1973, contra 272 en 1983. La Unión Soviética ha pasado en los mismos 10 años desde 140 hasta 143.

Comparar la evolución de los gastos militares de las dos superpotencias es prácticamente imposible, por la dificultad que implica conocer los datos auténticos soviéticos y porque es muy difícil convertir rubios en dólares.

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