Rafael Escuredo debatió con Felipe González el proyecto de reforma agraria

Rafael Escuredo estuvo el pasado fin de semana en Madrid, donde se entrevistó con Felipe González para tratar de temas relacionados directamente con la reforma agraria, cuyo anuncio oficial ha retrasado al máximo la Junta de Andalucía. El proyecto no será público hasta pocas horas antes de la conferencia del consejero de agricultura, Miguel Manaute, en la universidad Internacional Menéndez Pelayo.De la entrevista entre los presidentes de España y Andalucía salieron determinados retoques al proyecto de reforma agraria, que finalmente ha quedado en 40 artículos, y al tiempo el reconocimiento por parte del Gobierno central de que la Junta de Andalucía tendrá competencias en materia de expropiaciones, uno de los temas que habían provocado fricciones a la hora de elaborar el proyecto, cada día más esperado por la opinión pública andaluza.

El retraso en el anuncio público del proyecto de ley es interpretado por diversos observadores como una consecuencia de los retoques de última hora que ha habido que darle para que no creara fricciones entre las administraciones central y autonómica.

Por otra parte, ayer era fuertemente debatido en Andalucía el informe elaborado por la Delegación del Gobierno de Andalucía según el cual en 10 pueblos de Sevilla, escogidos al azar entre un total de 20, se había dado un número significativo de casos de compra de coches por parte de perceptores del empleo comunitario, lo que en opinión de la Delegación del Gobierno justifica ampliamente las palabras de Felipe González en este sentido en el Congreso.

Simultáneamente a la revelación de este dato, y en un gesto que, por falta de coordinación con su subordinado, deja en mal lugar a éste, Felipe González llamaba en la tarde del lunes al alcalde de Marinaleda, que había convocado un encierro en su pueblo en protesta contra las palabras del presidente. Felipe González departió con Sánchez Gordillo, y éste quedó satisfecho tras la conversación, lo que bajó la tensión entre los jornaleros, elevada de nuevo cuando se conoció la revelación acerca de los coches hecha por el delegado del Gobierno en Andalucía, Leocadio Marín.

Por otra parte, el PSA ha hecho pública una durísima nota, en la que acusa a la delegación del Gobierno de caer "en el bochorno más espantoso al señalar con el dedo a quienes poseen un coche" y recuerda que hay muchos españoles que poseen, no uno, sino tres; reivindica el derecho de los jornaleros a poseer este bien; y se exige que se expulse a quienes abusen del subsidio comunitario.