Ese señor

Ese señor se encuentra una mañana, al despertar, con una hermosa mulata en su cama. Su mujer está en el chalé y él tiene dos horas -las de la función- para decidir si se va con ella a Brasil. Imagina -reproduce- las posibles reacciones de la esposa. Números musicales. Se imagina ya en Brasil (samba). Más tarde se superpone la historia de su hija, a punto de separarse del marido, al que conoció en un partido de baloncesto (coreografía adecuada). En las dudas, piensa en el suicidio, imagina su funeral (negro espiritual). Triunfa el orden. La mulata se va a Brasil tan fresca, y hay una pequeña sorpresa conyugal. Y los saludos finales. Vuelve a empezar todo porque... "la vida comienza / cada mañana" (número simpático).El señor es Juanito Navarro, tan suelto, tan en su casa dentro de un escenario; la esposa es Lia Uyá; el monumento bellamente coloreado, con una piel que por sí sola -está cálidamente viva- recoge las luces y juega con ellas, es Silvia Regina; los jovencitos son Gonzalo y Paloma Siles. La obrilla es de Terzoli-Vaime (libro) y Berto Pisano (música). Vestuario, escenografía, adaptación, de Julio Kauffman; coreografía, de Gino Landi; todo dirigido por Ángel García Moreno. Basta con la enumeración. Un sencillo público, mayorcito, de viernes por la tarde, emitió risas y risotadas ante la presencia de Juanito Navarro y su imaginación, y aplaudió bien al final.