La URSS, aislada en la reunión de Montreal ante una resolución occidental que "deplora la destrucción" del Boeing surcoreano

La Unión Soviética apareció prácticamente aislada en el consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI) ante la decisión de adoptar una resolución presentada por Canadá que "deplora profundamente la destrucción" del avión civil de la compañía surcoreana, que costó la vida a 269 personas. La resolución de Canadá, patrocinada también por España y la mayoría de los países occidentales, solicita que la Organización de Aviación Civil Internacional "abra una investigación" para determinar las circunstancias en que se realizó el itinerario y la destrucción del vuelo 007 de la Korean Air Lines.

El consejo de la OACI adoptó la resolución de los países occidentales por 26 votos a favor dos en contra (la URSS y Checoslovaquia) y tres abstenciones (India, Argelia y la República Popular de China).La Organización de Avión Civil Internacional insta "a todas las partes para que cooperen en la investigación" y pide la aplicación estricta de las normas de la Convención de Chicago para salvaguardar la seguridad de los vuelos de aeronaves civiles.Por último, solicita a la comisión de aeronavegación de la OACI la mejora de los sistemas de comunicación entre vuelos civiles y militares.Ante la resolución patrocinada por Canadá, el representante soviético, Iván Orlovets, insistió en que el avión surcoreano "violó la soberanía de la Unión Soviética" y tampoco "obedeció a las señales de los aviones interceptores".Orlovest recordó que la Unión Soviética lleva a cabo su propia investigación de los hechos e informará al consejo de la Organización de Aviación Civil Internacional (lo que excluye que Moscú acepte, en principio, la presencia de una comisión internacional de investigación). La Unión Soviética apoyará toda medida que adopte la OACI para la mejora de la comunicación de las aeronaves", para que en el futuro no vuelvan a repetirse tales incidentes.Todo el debate en el seno del consejo de la OACI, que agrupa a 33 Estados miembros, del total de 151 que reúne la Organización de Aviación Civil Internacional, giró en torno a una confrontación Este Oeste a propósito del trágico suceso.Esto, sin olvidar los aspectos humanitarios, presentes en la resolución presentada por Canadá, que pide a la Unión Soviética que los familiares de las víctimas puedan visitar la zona donde cayó el avión y recuperar los cuerpos.La polémica sobre si la Unión Soviética aceptará o no, al final, la formación de una comisión de investigación tiene como precedente, en el marco de la Organización de Aviación Civil Internacional, el caso del avión de la línea civil libia que fue derribado por cazas israelíes, en 1973, sobre la península del Sinaí.Por aquel entonces, Tel Aviv dio todas las facilidades para que una comisión internacional, bajo el patrocinio de la OACI, investigara el suceso.En principio, cuando en diciembre de 1944 se creó la OACI, en Chicago, la finalidad del organismo fue instrumentar un marco de cooperación internacional en el sector de la aeronáutica'civil. Algo que ha venido funcionando entre los 151 Estados miembros.Crisis de confianza

Hoy, el ataque soviético, en aras de una justificación de violación de fronteras, abre una crisis de confianza entre los miembros de la organización. Como agencia vinculada a lasNaciones Unidas, la OACI no puede expulsar a ningún Estado miembro sin hacer lo propio en el foro de la ONU.La tregedia del avión surcoreano abre tan sólo un serio interrogante de cara al futuro e impone la necesidad de reformar las normas de la denominada Convención de Chicago para que los millones de viajeros que utilizan el avión como medio de transporte puedan contar con la seguridad personal.