Vender la cosecha
En la era se encuentra la cebada recolectada en el mes de julio, esperando que algún alma caritativa se digne venir a comprarla, al precio que estime conveniente, ya que el Servicio Nacional del Trigo no la admite en sus silos.¿De qué sirve que sea fijado oficialmente un precio, si luego no hay quién la compre y nos vemos obligados a venderla a más bajo precio para que no se pudra en la era? Los que poseen grandes almacenes se aprovechan de estas circunstancias, comprando a bajo precio y vendiendo después más caro, cuando este cereal escasea.
Al elevado precio de los fertilizantes y mano de obra, así como a la escasa cosecha obtenida debido a la sequía (por tercer año consecutivo) se une la falta de atención dedicada a los temas agrícolas, que obliga a vender a quien se digne comprar y al precio que quiera.
¿Cómo es posible que en un país agrícola como el nuestro pueda prestarse tan poca atención a estos problemas? /
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