Escepticismo ante la campaña para aumentar la venta de leche pasteurizada

La Administración prosigue actualmente su campaña para fomentar el consumo de leche pasteurizada en lugar de la esterilizada, con el fin de detener el incremento del consumo de este último tipo que se ha producido durante los últimos años. Sin embargo, tanto en medios de la Administración como de la industria láctea se duda de que esta campaña tenga mucha efectividad. Paralelamente, la proliferación de los hipermercados y la realización de la compra para una semana por parte del ama de casa incide en sentido contrario al que se pretende en la campaña.

La razón más importante que ha movido a la Administración a realizar esta campaña de apoyo a la leche pasteurizada radica en la entrada de España en la CEE. Los países comunitarios tienen un potencial lácteo muy superior al español y necesitan deshacerse de sus excedentes.En caso de que el consumidor español siguiese consumiendo leche esterilizada, que tiene una larga duración, los países de la CEE podrían invadir el mercado español, con el consiguiente hundimiento de este sector ganadero y de la industria láctea. Por el contrario, si se consumiese leche pasteurizada, que tiene una duración máxima de 48 horas, sería más difícil que se pudiera invadir nuestro mercado.

El consumo de leche pasteurizada ha descendido durante los últimos años, situándose en 1981 en 756.074 toneladas frente a 1.564.712 toneladas de leche esterilizada.

Los primeros datos, tras la realización de la campaña publicitaria, indican que el consumo de leche pasteurizada se ha incrementado en un 20% en toda la cornisa cantábrica, y un 5% en algunas provincias andaluzas, mientras que en Valencia y Murcia la demanda continué dirigiéndose a la esterilizada.

Sin embargo, los hábitos de compra del ama de casa española de aquellas zonas en las que se han implantado hipermercados van en sentido contrario al de la campaña, ya que estos centros fomentan la realización de compras para toda la semana, lo que hace imposible consumir leche pasteurizada por su escasa duración.

Varios tipos

La leche elaborada por las centrales lecheras se presenta al consumidor bajo diferentes modalidades, según el tratamiento al que haya sido sometida. Las tres más importantes son la esterilizada, la pasteurizada y la uperizada.

La leche esterilizada se presenta en botellas de plástico o de cristal. Para lograr este producto la leche ha sido sometida a temperaturas por encima de los 100º con el fin de destruir todos los gérmenes para que se pueda conservar durante mucho tiempo. Pero a la vez que se matar, los gérmenes se destruyen también la mayor parte de las vitaminas, sobre todo la C.

La leche pasteurizada se consigue teóricamente al poner la leche a 62,5º durante media hora, aunque en la práctica no se hace así, ya que se aumenta la temperatura y se disminuye el tiempo. Sólo se destruyen los gérmenes patógenos, mientras que los saprofitos (gérmenes que no ocasionan daño al cuerpo humano) permanecen. Sin embargo, estos organismos provocan el que la leche se corte pasadas 48 horas desde su salida de la central, por lo que su duración es muy limitada. Asimismo, necesitan que durante esas 48 horas se haya conservado en la cadena de frío. En este proceso no hay destrucción de vitaminas.

La leche uperizada recibe un tratamiento especial. Se le somete a temperaturas de 130º durante un período de tiempo casi instantáneo y es enfriada automáticamente. Todo ello da corno resultado un tipo de leche intermedio entre las dos anteriores, que tiene como características principales una larga duración y el que no hay destrucción importante de vitaminas.