La URSS se niega en Ginebra a discutir de cabezas nucleares, según Richard Burt
La Unión Soviética se ha negado a discutir en profundidad las cifras de cabezas nucleares que podrían estar estacionadas en el este y oeste de Europa. Estados Unidos había propuesto un número igual de cabezas para ambos bloques, que podría variar entre 50 y 450 unidades, declaró ayer Richard Burt, subsecretario de Estado norteamericano y presidente del Grupo Especial de Consultas (SCG) de la OTAN, que sigue las negociaciones de Ginebra.Otra fuente de la OTAN no dudó en afirmar que "en las meninges de todos está ya el programa posdespliegue, pues la fecha tope para la negociación no es la del comienzo del despliegue" de los euromisiles de la OTAN, previsto para diciembre. Después del verano, la OTAN espera "interesantes propuestas soviéticas", según la mencionada fuente.
Richard Burt declaró ayer en una conferencia de prensa que el negociador norteamericano en Ginebra, Paul Nitze, "está autorizado para explorar cualquier solución", pero añadió que ningún aliado de la OTAN apoya la fórmula del paseo por el bosque.
Esta, a la que se llegó informalmente en el verano de 1981, contemplaba 75 SS-20 para la URSS y 75 misiles de crucero para la OTAN, que renunciaba a desplegar misiles Pershing 2, arma que, por ser más certera y rápida, preocupa a Moscú.
Fuentes alemanas occidentales precisaron que Bonn no apoyaba esta fórmula, sino el método que se siguió para llegar a ella: un esfuerzo de imaginación como los paseos de la mano que Nitze y su homónimo soviético, Vizinski, dieron. EE UU sigue queriendo una solución equitativa con igualdad en el número de cabezas nucleares para las dos superpotencias.
Baraja de hipótesis
En la reunión de ayer, según fuentes atlánticas, se barajaron hipótesis para todos los gustos, incluso la posibilidad de que Moscú aceptase incluir en sus cuentas los misiles nucleares británicos, pero no los franceses. Estas fuentes indicaron que los soviéticos esperan a ver cómo reacciona la OTAN y sus pueblos ante la inminencia del despliegue, pensando ya en qué ocurrirá después. La OTAN, con algunas de estas nuevas armas, estará en una posición negociadora de mayor fuerza. Pero se espera, a partir del otoño, una auténtica ofensiva negociadora por parte de la URS S en todos los foros, ya sea la clausura de la Conferencia de Madrid o la convocatoria en Estocolmo de la Conferencia de Desarme en Europa, que se estima están creando un buen clima Este-Oeste. "El abandono de las negociaciones tras el despliegue dependerá de este clima", señaló un diplomático. Pero, en general, se espera un otoño caliente en torno a los euromisiles.
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