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Reportaje:

El artista norteamericano Kenneth Noland piensa instalar un taller en Barcelona

Victoria Combalia

, El artista Kenneth Noland ha pasado varios meses en Barcelona realizando unos monotipos para la editorial La Polígrafa. La serie, que ha podido ser contemplada en la galería Joan Prats, ha sido mostrada en la feria de Basilea y próximamente será expuesta en Valencia, Madrid y Nueva York. N oland asegura que se ha enamorado de Barcelona y que piensa instalarse en esta ciudad un taller de trabajo, en un piso antiguo de Eixample.

Kenneth Noland (Asliville, Carolina del Norte, 1924) es uno de los nombres más destacados de la llamada abstracción colorista americana, movimiento que alcanzó su máximo apogeo en los años sesenta. Estudiante en el Black Mountain College, cuyo director era Josep Albers, viajó a París en 1948. En 1950 conoció al influyente crítico Clement Greenberg, quien le introdujo en la obra de Pollock, y a Helen Frankenthaler, cuya obra Mountain and sea ha sido siempre citada como el detonador de la vía colorista tanto de Noland como de Morris Louis.Mientras en Nueva York, poraquellos años, la influencia de De Kooning era avasaliadora, en el Black Mountain College Noland adquirió una metodología posbauhausiana bien distinta: básicamente, la relacionada con los problemas perceptivos que pueden establecerse entre el color y las formas geométricas. A finales de los cincuenta empiezan a aparecer en su obra los discos concéntricos, que condensan el efecto de¡ color y eni ocasiones provocan efectos visuales de rotación; luego vendrían las formas en elipse y las romboidales y, a finales de los sesenta, las bandas horizontales con tonos muy sutiles, elegantísninos. Los temas que se abordan, a veces en series, son varios: la tensión entre formas cerradas y abiertas, la interacción del color según las normas de la Gestalt, el juego entre imagen pintada y formato, etcétera. Suele utilizar dos tipos de combinaciones de color: la de los antiarmónicos (por ejemplo, rejoazul-marrón-rosa) y la de los tonales, derivados de Matisse.

Contra la interpretación

En la conversación mantenida con el pintor en Barcelona, Noland demostró una suspicacia fuera de lo común hacia una posible interpretación de sus obras y hacia la generación que lo precediera como portadora de valores más subjetivos e indirectamente políticos (Pollock, Gorky, Motherwell, etcétera). La reacción es la típica de una buena parte del arte norteamericano, visceralmente contraria a entender que una obra implica siempre una visión del mundo, y defensora a ultranza de los problemas estrictamente técnicos.En este sentido, fue más que interesante su explicación de ciertos ejercicios en el Black Mountain, como el del collage o el de componer con letras, que tanto afectaría a Jasper Johns. Noland afirmó también que hay dos gamas fundamentales de color, la de los grisesfríos, derivados de Goya (y que se extiende a Manet, Matisse en su primera época, Marquet, etcétera) y la de los terrosos. De la primera derivará el color moderno.

La obra expuesta en la galería Joan Prats son unos monotipos realizados el pasado enero en los talleres de La Polígrafa. Esta particular técnica gráfica es muy apreciada por dar un único ejemplar; se realiza sobre una plancha de metal o de vidrio cubierto de una sustancia grasa. El dibujo se presiona entonces a mano sobre papel absorbente, en este casohecho también a mano. Gran parte de su atractivo reside entre un resultado que está impreso y las texturas conseguidas.

En ello radicaría la mayor novedad de estas piezas en el conjunto de la obra de Noland, ya que aquí no sólo hay la evidencia de las pinceladas, sino también algún trazo gestual y retoques pintados sobre la superficie impresa. En cuánto a la gama, es tonal, ciñéndose a combinaciones de fríos o cálidos, en una sutileza virtuosa y un tanto esteticista. Como en obras anteriores, el esquema composicional es el de los rombos (serie Bravo Costa Brava), el de diagonales (serie Bravo Barcelona) y el de lradios o aspas en un rectángulo (serie Molinos Bravos); asociado a ellas, el color puede cerrarse o expandirse. Noland ha consegudo una vez más un dominio perfecto de sus medios, de una técnica que se cierra en sus propios límites.

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