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Otto Lambsdorff defendió las instituciones de Bretton Woods ante la reunión de la UNCTAD

El ministro de Economía de la República Federal de Alemania, Otto Graf Lambsdorff, marcó la tarde de ayer, en la VI UNCTAD de Belgrado (la Conferencia de las Naciones Unidas sobre Comercio y Desarrollo), con un discurso dialogante cara a los problemas de la crisis mundial y los países en desarrollo, pero que puso acento en el "importante cometido de las instituciones de Bretton Woods, que han mostrado su capacidad de adaptación a nuevas facetas de la economía mundial".

Por su parte, en la mañana de ayer, el general Reynaldo Bignone, presidente de Argentina, que se trajo a Belgrado la plataforma de Buenos Aires, que contiene las posturas de los países en desarrollo ante esta UNCTAD, declaró que, después de cuatro décadas de acuerdos de Bretton Woods "muchos países industrializados han revertido aquella política con la implantación de medidas proteccionistas o de subsidios, lo que implicaría un retorno a prácticas ya abandonadas y de las que queda el triste recuerdo de la gran crisis de los años treinta".En nombre de la Comunidad Económica Europea, el ministro Lambsdorff ha dicho respecto a la actual crisis que "constituye un desafío para todos nosotros, en particular para los países industrializados, incluidos los del Este de Europa". Yace ahí un intento de involucrar a los países del Este en toda medida tendente a sacar a flote a los países en desarrollo. Los países socialistas han presentado a menudo su tesis de que esta crisis que arruina al Tercer Mundo está derivada de relaciones neocoloniales, en cuya constitución no habrían tenido ellos responsabilidad ni protagonismo.

El ministro alemán anunció que "desde principios de este año, la recuperación económica se está produciendo en mi país con buenas perspectivas, aún habiendo riesgos e incertidumbres". La mejora de las condiciones económicas de los países desarrollados tendrá un impacto en todo el mundo. Tesis que requiere demasiada paciencia por parte de los más pobres del mundo, que reclaman medidas urgentes de ayuda a su recuperación, incluso antes de que esta cunda entre los industrializados.

Aludiendo a la posibilidad de que la crisis mundial lleve a los países más pobres a situaciones de vinculación estratégica con los países socialistas, Lambsdorff dijo que "infundir un impulso económico a los países en desarrollo promoverá también la estabilidad, independencia y no alineamiento auténticos de los países del Tercer Mundo". Hay un signo de ambigüedad en el deseo tercermundista de alivio a los problemas del mundo en desarrollo mediante medidas concretas a partir de esta conferencia: "No será posible responder en el poco tiempo de ella a todos los problemas con que nos enfrentamos".

No al proteccionismo

Según el representante de la Comunidad Económica Europea, los países industrializados deben apuntar sus signos de restablecimiento con una política de "crecimiento sin inflación, estabilidad presupuestaria que conduzca a una reducción de los tipos de interés y ajustes estructurales". Elemento indispensable será el rechazo del proteccionismo en el intercambio internacional. Respecto a una cuestión crucial de esta conferencia, la ratificación del fondo común de materias, primas, destinado a moderar altibajos de precios, el ministro alemán prometió que "haremos todo lo posible por ratificarlo hasta el 30 de septiembre".

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